IV

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—¿Por qué no quieres venir?

La casa de los Yoon jamás dejaría de sorprender a Jimin. Era enorme, espaciosa y tan pulcra que temía ensuciar aunque fuese un poco esos pisos tan blancos que incluso podía verse reflejado en ellos.
La invitación de Jeonghan a pasar el rato con él después de que cerraran la cafetería le alertó, pues siendo Jeonghan de la forma en la que era, el pedirle que fuese a visitarlo le resultaba extraño.
Y lo era aún más ahora que después de haber sacado el tema del dichoso festival que sería dentro de dos días lo había vuelto un manojo de nervios.

Jugueteaba con sus manos, se mordía los labios y estaba seguro de que ese jarrón ya estaba más que reluciente.
Soltó una pequeña risa y se acercó hacia el más alto, acarició su cabello y se dedicó a hacerle pequeñas trenzas.

—Primero que nada —Jeonghan inició después de unos minutos—, muchas personas que no conozco estarán ahí. Segundo que nada, Seungcheol estará ahí también, y tercero que nada... simplemente no quiero.

Era bien sabido para Jimin que las personas no eran del todo del agrado de Han, pero ésta vez lucía un poco diferente. Sus mejillas estaban sonrojadas y fruncía los labios.

—Hannie —Jimin insistió.

—No... se van a burlar de mí.

—Nadie se va a burlar de ti. Anda vamos, será divertido.

Sería divertido. Aunque tal vez Jimin estaba siendo un poco egoísta, pues siendo sincero, solo quería ir por la evidente presencia de Taehyung, llevar a Jeonghan era más un capricho para el mejor amigo de Taehyung.

Bien podría ir solo y disfrutar de un agradable momento junto a Taehyung, tal vez teniendo la oportunidad de poder hacer algún movimiento con el más alto, pero le sabía mal dejar a Jeonghan trabajando solo. Así que el plan era no abrir el viernes, e ir juntos a disfrutar de un bonito día de verano en un ambiente deportivo, sonaba espectacular.

Además, Jimin no podía sacarse de la cabeza esa insistente imagen que había creado de Taehyung utilizando el uniforme del equipo. Con esos músculos apresados por la camiseta y luciendo aún mas grande por las hombreras. Sudado y agitado, con el ceño fruncido por el sol, dios, de solo pensarlo sentía que podía ensuciar los pantalones.

Era cada vez más difícil controlarse, así que esperaba poder hacerlo, no quería pasar vergüenza.

—No lo sé —Han respondió después de un tiempo, sacando a Jimin se su ensoñación.

Jimin le observó con recelo, no tragándose para nada sus palabras.

—Uhm... te conozco, algo más pasa aquí, ¿tiene algo que ver con Seungcheol?

Bingo.

Ante la simple mención del nombre de Choi, Jeonghan inmediatamente respingó en su lugar. Dió varias vueltas por la habitación hasta que tomó un pollo de los estantes repletos de ellos y se dejó caer sobre la cama. Jimin rio y se apresuró a llegar hacia él.

—Sí.

—¿Te molesta? —cuestionó.

—Totalmente. Pero se siente raro.

—Explica.

Han se tomó su tiempo para formular sus palabras. Se abrazó al pequeño pollo de peluche, susurrándole cosas que Jimin no fue capaz de escuchar antes de soltar un pequeño quejido y levantar la cabeza, viendo fijamente a Jimin, como si con esa mirada este pudiera darle las respuestas que aparentemente estaba buscando.

—Cuando tú me molestas, como ahora, lo único en lo que pienso es en lo tonto que eres y en lo mucho que quiero golpearte y ponerte una calceta en la boca —admitió.

It's not what it seems •kth+pjm•Where stories live. Discover now