—¿Lo mismo de siempre? —cuestionó.

—Seguro. Pero, agrega un americano y un sándwich de queso.

—¿Seungcheol vendrá también?

No le sorprendería. Desde que Taehyung le había confesado el interés que Seungcheol tenía sobre Jeonghan, había sido más frecuente encontrarselo en la cafetería. Claro que su mejor amigo no estaba al tanto de que tenía a un tipo sumamente guapo y caliente detrás de él, y estaba seguro de que aunque lo notase, jamás le miraría de vuelta.

Taehyung negó de inmediato, tomando a Jimin de la barbilla e inclinandose a su altura, estando lo suficientemente cerca para apreciar aquellas pegatinas de colores en las regordetas mejillas de Jimin. Bajó un poco más la mirada, viendo a sus labios por unos segundos y sonriendo cuando le vio tragar saliva.

—No —susurró—. Ese es para ti, desayuna conmigo.

—T-Tengo... tengo que trabajar.

Jimin lucía tan maleable en ese momento que Taehyung solo tenía en mente todas las cosas que desesperadamente quería hacerle. Quería ver esos ojos temblorosos llenos de lágrimas, quería escuchar esa voz delicada rompiéndose mientras gritaba su nombre, ansiaba que esas pequeñas manos se aferraran a su espalda y tener esas preciosas piernas enredadas en la cadera, o sobre los hombros.
Él estaba a nada de calentarse, pero es que Jimin por sí mismo no se la dejaba nada fácil, el solo verlo le ponía de mil maneras diferentes.

—Son las siete de la mañana, abres a las nueve y desde aquí puedo ver a Jeonghan ocupado lavando los trastes —Taehyung insistió—... no habrá ningún problema.

El más bajito rio de manera nerviosa y se alejó un poco, como si buscara tomar aire.
Taehyung no le estaba dejando las cosas fáciles.

—Tú ganas... veinte minutos —aceptó.

—Creo que me basta.

Dicho aquello Jimin corrió hacia la cocina, susurrándole algo a Jeonghan antes de que el de cabello largo girara a verle como si quisiera asesinarlo, Taehyung se limitó a guiñarle un ojo y saludarle de manera infantil con una de sus manos.
Observó cómo poco después suspiraba y se apresuraba a preparar lo antes pedido, Taehyung admiró con cuidado la forma en la que ellos dos interactuaban, notando que solo con Jimin, Jeonghan tendía a sonreír.

Esperó alrededor de veinte minutos antes de que Jimin llegara con bandeja en mano, se apresuró a ayudarle y pronto ambos estuvieron sentados frente a frente en una de las mesas cerca de la ventana.
Agradecía haber ido temprano, se lo debía a su noche de insomnio. Justo ahora podía compartir un momento a solas con Jimin, sin la interrupción de clientes o llamados de Jeonghan para tomar un pedido.
Jimin tomó cuidadosamente el sándwich que por alguna razón lucía enorme, dando una pequeña mordida, todo bajo la atenta mirada de Taehyung.

—Jamás había probado la comida de Jeonghan, tiene buena mano —murmuró una vez que tragó.

—¿Estudia gastronomía o algo? —Taehyung cuestionó, genuinamente interesado—. Parece saber hacer muchas cosas.

—Oh no, Hannie no estudia, solo terminó hasta la preparatoria y se dedicó a la cafetería de sus padres.

Taehyung asintió, inclinandose un poco hacia un costado para ver cómo el de cabello largo ya había terminado con los platos y ahora se dedicaba a colocar pegatinas en sus mejillas, atento en el espejo que tenía enfrente.

—No parece del tipo que deja de lado los estudios por decisión propia —señaló.

—No lo es. Pero su autismo... no es tan grave pero aún así, sus padres son demasiado sobreprotectores.

It's not what it seems •kth+pjm•Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα