Guionazos de Arcadia

#12: Caza de cambiantes (Parte 1)

—Bien.. — Ramiro estaba en el patio de su casa con la armadura puesta, blandió su espada delante de su cara y miró a Fran —Ataca con todo.

Fran tomó una sandía y la lanzó con todo hacia Ramiro quién atravesó la fruta al medio, esta en lugar de... Pues cortarse estalló en una explosión de luz azul que salpicó la armadura.

—¡UUUUUHH!!! — Ramiro levantó su espada al aire victorioso.

—Oye yo quería comer esa sandía... — Fran miró desilusionado.

—Si, yo también — Ramiro murmuró —¿Qué más tenemos?

—¡TACOS!! — Fran lanzó una bolsa que Ramiro atajó con el filo de la espada aunque sin cortarla haciendo que se deslice hasta su mano tomándola con su otra extremidad.

—Mhh tacos — sacó uno de la bolsa y empezó a comer.

—Podríamos reciclar esto, ¡Pero hacerlo trizas seguro es más divertido! — Fran tomó una pila de diarios y revistas —Menos consciente am ambientalmente pero más divertido.

—¡Lanza!! — terminó el taco.

Fran hizo un lanzamiento con doble giro que terminó con los papeles volando hacia su inevitable fin bajo la espada de Ramiro. Por el corte otra explosión se generó pero esta vez varias tiras de papel quedaron volando en el aire.

—¡Vamos, HOME RUN!! — Ramiro gritó.

—Woow como confeti mágico — Fran vió como las tiras en el aire desaparecían en brillos azules.

—¿¡QUÉ CLASE DE BLASFEMIA ES ESTA!? — Draal salió furioso de la casa.

—Ah, hola Draal — Ramiro lo saludó —Solo trabajo mis skills con la espada.

—Está hablando en inglés, está nervioso — explicó Fran.

—¡Pero no se lo digas!!! — Ramiro lo miró enojado.

—Esa no es forma de entrenar — Draal suspiró mientras se acercaba ya más tranquilo —La espada de la luz no es un juguete... Es una responsabilidad sagrada por la que he entrenado toda mí vida para ser digno de cargarla.

—¿Querés... probarla? — Ramiro señaló la espada a lo que trol gruñó pero aún así el chico se la extendió.

Dudoso Draal tomó la espada viendo en su reflejo la cara de su padre... Aunque rápidamente esta empezó a brillar en azul para volver a la mano de Ramiro.

—¿Eh…? — Draal miró con tristeza donde pudo ver nuevamente a su padre...

—Lo siento... — Ramiro miró hacia el suelo, Draal suspiró en respuesta.

—Si mí destino no es llevar la espada, tal vez lo sea enseñarte a blandirla correctamente.

Draal tomó una lámpara de pie y lanzó unos golpes contra Ramiro que dió unos pasos hacia atrás.

Draal empezó a golpear al aire, acostumbrándose a esa luz espada improvisada hasta que la lanzó contra la cara de Ramiro deteniendola justo antes de golpearlo.

—Tu arma es una extensión de tu cuerpo... Y tu cuerpo una extensión de tus ojos — Draal se separó mientras Ramiro sonreía motivado —Imita mis movimientos.

Draal empezó a hacer unas poses extrañas que Ramiro empezó a imitar, cada vez de forma más fluida, más rápida, más segura, para cuando el Trollhunter se dió cuenta ya era de noche y resultó que todas esas poses extrañas eran posturas de ataque.

En un momento Draal usó su spin dash y lanzó a Ramiro contra la pared de su casa para después en su forma normal poner la lámpara contra el cuello de Ramiro.