"Cuando lo sabes , lo sabes"

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Al día siguiente, los queridos amigos se encontraban desayunando tranquilamente, o al menos eso intentaban.

-Nari, ¿Ocurre algo?- habló primero el moreno al sentir ciertos ojos clavados en él

-¿Por qué lo preguntas?- respondió el peliverde,su voz tenia cierto tono frío

-Llevas mirándome mucho rato...- dijo nervioso el matra

El zorro guardo silencio unos momentos antes de hablar -Cyno... Tu y yo somos amigos ¿Verdad?- su voz sonaba indiferente

Cyno estaba consternado, no entendía que pasaba ni por qué le hablaba asi, se limito a responder con "Si"

-¿Mejores amigos?- su tono se elevo , el matra volvio asentir

-Nari, ¿Qué pasa...?- preguntó asustado

-Llevamos años conociéndonos y yo creo que tenemos suficiente confianza entre nosotros ... Así que ¿Hay algo que quieras decirme?

Cyno se encontraba congelado, intuyó que Tighnari sabía algo -¿Habría descubierto mi mentira? ¿O ya se entero de mis sentimientos?- miles de dudas brotaron en su mente que estaba a punto de estallar. Consideró decir la verdad, pero su labia lo traicionó, solo para alcanzar a responder con un "No"

-¿Estás seguro?- insistió el peliverde, acercándose más a su rostro para ejercer presión

-Sí- respondió, tratando de mantener la calma , mientras el zorro se acercaba como si fuera su presa

-¿Completamente seguro?- Sus miradas se cruzaron finalmente, la distancia entre ellos era mínima. Para Tighnari esto solo era un intento de intimidación, mientras que Cyno sentía que su corazón estaba a punto de explotar; bastaba un descuido y podrían besarse.

Quizás, de no ser cobarde, se habría atrevido. Volteó los ojos en busca de una salvación, y la encontró.

-¡Oh no! Mira la hora, ya me tengo que ir. Tengo una reunión con la academia. ¡Adiós!- gritó mientras salía corriendo por la puerta.

Tighnari se quedó observando cómo se escapaba, sin poder hacer nada al respecto.

-Mentiroso

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El zorro no lograba calmarse, a pesar de todos sus esfuerzos. Aquella carta, esa condenada carta, lo estaba volviendo loco. Necesitaba descubrir para quién era o al menos hablar de esto con alguien.

Sin más opciones, decidió buscar al único rubio capaz de escucharle.

Dos golpes resonaron en la puerta, pero nadie respondió. Insistió nuevamente, pero el silencio persistió. Por lo general, esperar no le hubiera importado, pero en ese momento la ansiedad que lo embargaba no hacía más que intensificarse. Estaba dispuesto a seguir golpeando hasta que, finalmente, la puerta se abrió, aunque no por la persona que ansiaba ver.


- ¿Tighnari?, ¿Qué deseas?- una voz apagada respondió, era Alhaitam, pero no lucía como de costumbre. Su cabello estaba desaliñado, tenía fuertes ojeras y su rostro parecía triste por alguna razón.

- ¿E-esta Kaveh?- tartamudeó el peliverde, en shock al ver a Alhaitam en ese estado, nunca lo había visto así.

- Lo llamaré ahora- respondió Alhaitam sin más, alejándose de la puerta. El zorro aprovechó para echar un vistazo adentro y abrió los ojos al ver muchas cajas siendo empacadas y el lugar casi vacío.

𝔻𝕠𝕟 𝕔𝕠𝕞𝕖𝕕𝕚𝕒 ( 𝕔𝕪𝕟𝕠𝕟𝕒𝕣𝕚)Onde histórias criam vida. Descubra agora