Ángel De La Guarda | Jinx

Capítulo Doce.

Después del desastroso recibimiento sorpresa con una tarta de cumpleaños por parte del Team Black, Jaekyung junto a su nuevo ángel se dirigieron hacia el vestuario.

—Jaekyung, ¿quién es esta bella mujer que te acompaña hoy? —Les detuvo a mitad de camino el entrenador Park con un notorio sonrojo en sus mejillas.

Los dos se quedaron sin palabras, no porque el entrenador haya confundido al arcángel con una mujer, sino porque supuestamente no tendría que verlo. Al bajar de rango y volver a ser un ángel, pasaría a ser invisible para todos los humanos excepto para Jaekyung.

—Muchas gracias, usted también es muy apuesto. —Reaccionó él de la forma más natural que pudo ante esa situación inesperada.

—¿Y cómo se llama, señorita? ¿Desde cuándo conoce a Jaekyung? —Continuó con sus preguntas algo indecentes el mayor de ellos.

El arcángel iba a contestar de forma aleatoria a esa pregunta trivial, al igual que se inventaría el primer nombre de mujer que se le pasase por la cabeza, pero fue interrumpido por Jaekyung.

—Es un hombre. —Cortó su animada conversación pasando de largo hacia los vestuarios.

—Y-Yo...esto...t-tenía que...ir a e-ese sitio... —Tartamudeó nervioso el entrenador para luego salir corriendo hacia la dirección más lejana que pudo encontrar.

—Jaekyung, ¿quién es ese chico con el que vienes? —Preguntó otro miembro del Team Black, esta vez fue Jeong Yosep.

El arcángel se desanimó al ver que esa persona no le piropeaba. Parecía ser que el entrenador Park había sido el único en confundirle con una mujer.

—Una prostituta que intentó robarme, échala. —Mintió Jaekyung dejando su bolsa de deporte en el suelo.

—Yo no le robé nada, él se fue sin pagar, me debe 350000 wones por un completo. —Se defendió el arcángel de la primera mentira con una segunda.

—¿Eres tan barata? —Rió amargamente Jaekyung.

—Solo me ajusté a tu presupuesto, pero veo que ni eso te puedes permitir. —Contraatacó fingiendo un puchero.

—Por cierto Yosep, ¿ya hiciste la donación en mi nombre? —Cambió de tema el dueño del gimnasio, ya aburrido de la antigua conversación.

—Qué generoso, ¿donaste a una obra de caridad por tu cumpleaños? ¿A cuál? ¿La Asociación Coreana de Gente sin Brazos? —Se burló el arcángel haciendo referencia directa de su reciente lesión en el brazo.

Desde que le habló de su lesión, Jaekyung ha sido víctima de incontables bromas sobre ella, desearía tener una máquina del tiempo para regresar al momento que se lo dijo.

—No, a la de gente sin hogar, podrías ir apuntándote porque hoy no vas a entrar en casa. —Contraatacó Jaekyung con una sonrisa orgullosa.

—Pues si no voy a casa tendré que ir a la televisión a contar que por culpa de tu lesión ya no te puedes masturbar y para hacerlo fuiste a un circo y secuestraste a dos enanos para que lo hagan por ti. —Se inventó la historia más enrevesada y sin sentido que pudo haber pasado por su mente.

—¿Cómo puedes inventarte tantas tonterías en tan pocos segundos? —Preguntó seriamente Jaekyung, impresionado por la habilidad del chico.

—Forma parte de mi personalidad, igual que la tuya es tener cara de oler a mierda todo el tiempo. —Finalizó retocándose el cabello.

—Hola Jaekyung, ¿quién es él? ¿Es alguien nuevo en el gimnasio? —Interrogó Oh Daehyun entrando en el vestuario para poder cambiarse también.

—Es Cheonsa, un nuevo miembro del equipo, dejad de preguntar de una puta vez. —Le contestó casi gritando, cansado de escuchar la misma pregunta una y otra vez.