🌱Capítulo Uno🌱

32 7 4
                                    

La población humana había caído nuevamente en esclavitud, éramos marcados tal cual ganado, pertenecíamos a diferentes amos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La población humana había caído nuevamente en esclavitud, éramos marcados tal cual ganado, pertenecíamos a diferentes amos.

O cortes.

Luego estábamos los rebeldes, aquellos que no tenían ninguna marca, aquellos que vivían en las sombras. Éramos sombras. Robabamos, cazabamos, para hacer sobrevivir a la nueva rebelión, éramos muchos pero para la Real suprema corte de invierno mejor conocida por la corte oscura de invierno; éramos sólo tres gatos con la estupidez sobrenaturalmemte humana.

Éramos la corte de cazadores, bendecidos por la luna.

Soy la única sobreviviente que quedo de mi antiguo pueblo, mi familia, mis vecinos, todos habían muerto bajo la dura mano de la corte de primavera aquella corte por la cual hice un juramento de sangre, para proclamar la destrucción que perseguirá esa corte.

Mucho gusto querido lector, soy la destrucción.

Jure vengar a mi familia, jure vengar a los niños que merecían vivir pero les fue arrebatado su aliento, jure destruir a todo el maldito mundo feérico para mantener mi paz futura.

No, no salía mucho del palenque, ¿porqué?  Simple y sencillamente, donde uno de los Altos Fae, alguna corte o los feéricos guardianes me llegase a encontrar, mi desdichada vida acabaría en aniquilación, por traicion, me quemarían viva por traicion, me despellejarian por traicion, me cortarian la cabeza por traicion.

En fin, me desviven de cualquier manera, por pertenecer a la corte de cazadores y eso querido lector es traicion. También podrían desvivirme por leer mis últimos pensamientos y te digo que en ese caso o me matan o me marcan con el sello de la corte que llegase a atraparme.

Cosa que dudo mucho, por el simple hecho que vivo en las sombras y en la penumbras no ves más haya que tus temores reflejándose.

Pero el caso es que ninguna era buena idea, no quería morir de ninguna manera si no he vengado a mis hermanos caídos.

—Toma Elfo.—Tire el cuenco de comida y el tarro de leche, viéndole despectiva.— Mantén tu salud, lo menos que quiero es a la tenebrosa suprema corte de invierno queriendo asesinar mi trasero.

—¿Ayudas a tu víctima para que no muera de hambre?  O ayudas hacerla llegar a su tétrica muerte. —Enunció acomodándose en el mullido petate.

Lo mire feo.

—Te equívocas, ayudo a mi trasero a seguir donde esta. Mentaliza esto, siempre me ayudo yo sola, solo yo salvo mi trasero, entiende eso elfo.

En Luces y Sombras.Where stories live. Discover now