🌱 Capítulo Dos 🌱

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Capítulo largo
(ノ゚ー゚)ノ

Afilaba la punta de mi catana en un árbol acacia, disfrutando la brisa de la noche, escuchando al fondo a mis superiores y más de algún ascendido bailar en lo que quedaba de la hoguera, de la gran ceremonia

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Afilaba la punta de mi catana en un árbol acacia, disfrutando la brisa de la noche, escuchando al fondo a mis superiores y más de algún ascendido bailar en lo que quedaba de la hoguera, de la gran ceremonia.

Eran estúpidos en emborracharse en un momento débil, siempre han sido débiles se doblegan al primer acto de placer que los hace ser felices en un momentáneo tiempo. Eran débiles por tener un punto que los doblega el punto débil más estúpido, el peor error del humano es tener licor y otro humano cerca, en momento de peligro bajan la guardia teniendo dicha felicidad. Sabían que un ataque podría estar siendo planeado, podría ejecutarse en cualquier momento y ellos de lo más “felices”  con su vino de frutos verdes fragmentado por más de treinta días.

Hablando de días, el aviso de Hanks el elfo del reino de Semreh decía que la gran corte de invierno planeaba un ataque al mundo mortal el vigesimoquinto día del quito mes, lo cual vendría siendo mañana, y a estos inútiles los tomará con una resaca divina, ¿porqué los dioses nos abandonaron en este ingrato momento? Por que tenía que ser yo la que cuidaría de esta estúpida hada inmunda, que lo único que sabe decir son parábolas que mi estúpido cerebro humano no logra descifrar.

Casi una semana que mis jefes supremos secuestraron nada más y nada menos que al segundo hijo del gran rey hada de la corte de invierno, fue, es, y será el plan más estúpido, inútil ejecutado en toda la historia. Mi deber como tercera Teniente es mantener con vida al hada, darle de las aguas sagradas del río Yioan O’Seymilo, para que no se deshidratara y frutos rojos para que no tuviera hambre, pero no lograba que comiera, decía que con la magia atraía algo más confiable.

—Quita esa cara de querer asesinar a los superiores Muriel.— miré hacía el suelo, mis ojos se encontraron con la mirada de Lottie la hija del jefe supremo, el primer bendito de los cazadores quién nos ayuda a pasar la transformación.— Toma te traje estofado de champiñones y un poco de vino.

—Quiero matar a los superiores en principal a tu padre por dejar que los demás soldados bajen la guardia, y no deseó ingerir ese estúpido líquido que lo único que hace en el cuerpo humano es embriagar y entorpecer los sentidos.—Dije saltando tome el estofado. —Gracias Lottie. No deberías de estar rezándole a la diosa Ross para que te proteja del peligro.

—No tercera Teniente, la diosa Ross escucha las plegarias en pleno rocío de mañana, cuando aún tú duermes,  yo estoy rezando para que la guerra acabé. —dijo tomando el vino.

—Reza con más fuerza, pues ya no te escucha.— deje a un lado el cuenco y trepe el árbol de nuevo para comenzar a limar las flechas con punta de hierro puro, que yo misma creaba para mi propio uso.—No creo que te escuche Lottie, tu padre es quien nos esta condenando a caminar en valle de muerte por aceptar ese estúpido plan.

En Luces y Sombras.Where stories live. Discover now