Pelirroja

3 1 0
                                    

Al verla acostada en su cama sentí un alivio, vi que estaba escuchando música, pero al ver sus muñecas llenas de sangre, con heridas profundas, fue cuando me desgarre en llanto, no supe como actuar, creí que podía despertar en cualquier momento, sin embargo, al ver como se la llevaban en la ambulancia y la sirena no lloraba, me di cuenta que todo había acabado. 

No podía moverme así que me quede paralizado en su departamento, sólo me dio la fuerza para agarrar un peluche de oso que amaba, pero eso me derrumbo y comencé a llorar fuertemente y cuando nadie me consolo, se sintió vacío, eramos unicamente mi amor por ella y ese llanto que no podía parar. 

Tristemente, no había nadie que pudiera darle un adiós digno de ella, por lo que agarre todos mis ahorros y le di su adiós, pequeño, pero en su vida sólo quedaba yo.

Cuando la vi bajar no me contuve y llore, llore hasta que se me hincho la cara. 

----- ¡Lina! ¡Lina quedate a mi lado! ------------- Grito desgarradoramente. -----------

Los días se volvian una tortura, uno más dificíl que el otro. Recordaba cada momento a su lado, era nostalgico, no sabía como seguir, pues estaba realmente enamorado de ella, era como magia y en segundos se acabo todo. 

No entiendo porque, pero no me voy a dar a la tarea de hacerlo. Ella me hacía muy feliz, si me imaginaba una vida a su lado, como fuera, pero a su lado. 

----- Hola, pelirroja, hace tiempo que no nos vemos, me he alejado mucho de ti, pero te prometo que vendre a verte más seguido. Fíjate que aún quiero saber que me hiciste para quererte demasiado, sin embargo, estoy agradecido de todos los momentos que me diste, siempre voy a estar agradecido de que me diste la oportunidad de entrar a tu vida, fue bello haberme sentido querido, aún siento tu presencia, se que me escuchas y estas sentada a mi lado. Aún me siento en la banqueta donde empezó todo, por si me quieres hacer compañía un día de estos, se me quiebra la garganta, pero, espero que ahora sí tengas la paz que te merecías que lástima que no pude hacer nada, como no me di cuenta, sin embargo, cada que vea un amanecer, sabre que eres tú porque me acordare de ese pelo rojo que siempre olía a rosas. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Pelirroja Where stories live. Discover now