𝑺𝒐𝒚 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒍𝒍𝒂𝒏𝒐, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐.

Extra 4

—Para que no quiera ir a cuidar de ti.

—Vaya, eso es tranquilizador.

Tae-soo añadió un comentario antes de salir del auto mientras aplaudía en silencio.

—Pero no voy a derrumbarme. Porque ése es el único credo que voy a mantener pase lo que pase y sean cuales sean las consecuencias.

Tae-soo sonrió satisfecho y se bajó. Entonces Se-hun, que ni siquiera se había desabrochado el cinturón mientras sacaba a Yun-soo en el asiento trasero, sonrió como si no pudiera evitarlo.

—Es una habilidad especial latir el corazón de esa manera de vez en cuando. Una habilidad.

Se volvió a enamorar de la apariencia segura de Yoon Tae-soo.

Mientras tanto, Tae-soo, con Yun-soo dormido en brazos, esperaba a que Se-hun descargara el equipaje y recordaba la conversación que acababan de tener. Cuando termine su licenciatura después de los exámenes finales en su último semestre, sus padres querían que se tomara un descanso y tomara una clase de administración hotelera. Ya habían planeado el puesto que le daría y cómo le gustaría que procediera paso a paso.

Era tan detallado que pudo sentir que habían pensado mucho en él, y después de que Tae-soo lo recibió, fue directamente a Se-hun, que estaba trabajando.

Le conté lo que me habían dicho mis padres y luego le dije lo que pensaba. Quería conocer la opinión de Se-hun porque es mi alfa y la persona más cercana con la que puedo hablar de mis problemas.

—Si te preocupa algo que ya se ha dicho....

La mirada de Tae-soo siguió a Se-hun y murmuró.

—Tendré que mostrarle a Yoon Tae-soo, que no estaré preocupado sin importar dónde esté.

Se-hun ya había dejado de lado sus preocupaciones, pero Tae-soo estaba decidido.

—Por supuesto...... Diviértete.

Manteniendo el contacto visual con Se-hun, Tae-soo apretó los labios. Se-hun sintió como si la mirada se hubiera convertido en una cuerda intangible que lo ataba.

                                        ***                                                     

Cuando entró en casa, le saludaron sus padres, que lo estaban esperando. Están muy ocupados, pero sacaron tiempo de su día para tener una conversación profunda con Tae-soo. También querían ver a Yun-soo, así que aprovecharon el día.

—¡Tae-soo! Se-hun.

Kim Mi-kyung le saludó con voz alegre y Yoon Seok-hoon le dio una palmada en el hombro a Se-hun para mostrarle su simpatía.

Iba a pasar tiempo con sus padres y luego regresaría a casa mañana.

Después de una agradable velada, mientras Se-hun acostaba a Yun-soo, Tae-soo organizó una conversación con sus padres. Quería contarles las decisiones que había tomado.

Se-hun habló con Yun-soo, acariciando suavemente su mejilla entre sus brazos.

—La conversación es más larga de lo que pensaba. ¿Verdad, Yun-soo?

Al ver que Yun-soo estaba profundamente dormido y solo respiraba entrecortadamente, Se-hun colocó cuidadosamente a Yun-soo en la cama.

Mientras esperaba a Tae-soo y observaba durante un rato para ver si Yun-soo se despertaba, la puerta se abrió silenciosamente y una mano entró y agarró el brazo de Se-hun.

Cuando Se-hun se dio la vuelta, Tae-soo le puso el dedo índice en la boca y sonrió.

—Sal.

Habló en voz baja y lo arrastró, y Se-hun lo siguió con cara de desconcierto.