𝗕𝗟𝗛 | Fran trabaja en uno de los jardines más costosos de la ciudad de B.A y los niños de allí lo adoran, puesto que es un ángel con ellos, se ganaba su completa confianza y cariño en poquísimo tiempo. Por eso todos le hacían caso, o bueno, todos...
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✧༢.♡⃡ 🌷"No quiero soñar mil veces las mismas cosas ni contemplarlas sabiamente, quiero que me trates suavemente" ミ𓆸 ༢.
La noche había sido el escenario ideal para que los tortuosos pensamientos de Francisco cobraran vida y llenaran su apartamento, impidiéndole dormir por completo. Dio una vuelta por cada pensamiento que tenía, todos referentes a él.
Aquella tarde junto a Esteban se había sentido como sumergiese en un mar congelado y encontrar en el fondo una calidez desconocida, pensó que había conocido al verdadero Esteban y así sería siempre desde ese momento.
Pero no, ahí estaba nuevamente sobre el duro y frío hielo, congelándose ante la confusión.
Ni siquiera sabía porque se preocupaba tanto, él no le había prometido nada, ni tenía una obligación con Fran, pero el rubio había esperado un poco de honestidad y ahora se sienta tan idiota, ¿Acaso después de un par de risas y miradas esperaba que le pidiera matrimonio y fueran una familia feliz?, si, en el fondo lo esperaba.
Después de mucho pensar sabía que Kuku tenía razón, no era para nada de su incumbencia, podía ser el maestro de Juani, pero lo que pasara en su casa mientras Esteban no ejerciera ningún tipo de maltrato no era de su incumbencia, por mucho que quisiera que lo fuera.
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Aunque resultara difícil de pensar, a pesar de su cansancio por su nulo descanso haber estado con sus pequeños alumnitos esa mañana fue agradablemente reconfortante, siempre estaba encantado de hablar e interactuar con ellos y ser contagiado de su frescura infantil, muchas veces extrañaba esa inocencia e ignorancia hacia el mundo de responsabilidades y preocupaciones que les rodeaba o quizá eran los adultos los que se preocupaban por demasiadas nimiedades.
En la hora de la salida, le fue inevitable no ver a Kuku, intento fingir demencia pero al levantar la vista y verlo con su estúpida expresión fría y sería de siempre volvió a sentir ese torbellino de emociones y pensamientos que lo azotaban como una tormenta.
—Ah pero es un boludo —Exclamó Pipe al terminar de escuchar el relato de su amigo. — Le cuidas al pibe todo el día y aparte de que ni gracias te dice te trata mal.
—Igual creo que me pase, le exigí respuestas cuando no soy nadie para hacerlo...
—Y él no es el único boludo parece... —Murmuró rodeando los ojos. — Pero el tema es, si después de esto no aceptas que te encanta el Kuku te pego.
—¿Otra vez con lo mismo?
—¡Es re obvio!, si no te gustara no te hubieras puesto como novia celosa porque su pibe llegó tarde del futbol cinco con los amigos — Evidenció apuntándolo con su dedo índice. — Vos sabes que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Aunque admitirlo le revolviera el estómago, Felipe tenía toda la razón desde el momento cero en el que empezó a hablarle de Esteban, ese hombre lo traía mal, demasiado mal y eso lo estaba matando.
