121. Un blanco fácil de intimidar.

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En la base de Xizhao, había muchos alfas y pocos omegas. Considerando la continuidad del desarrollo de la base, la prioridad era criar a la próxima generación. Por lo tanto, todos los omegas no marcados podían obtener trabajos relativamente fáciles y con altos beneficios en la base, sin embargo, aquellos que estaban marcados y tenían pareja no eran tan bien tratados.

A primera hora de la mañana del día siguiente, el grupo de alfas, junto con Zhao Fengnian, salieron en el todoterreno a recolectar suministros. Zhang Zhi y Qiao An también se prepararon y se dirigieron a sus respectivos puestos de trabajo.

El comedor estaba dividido en turnos de día y turnos de noche. El turno de día se encargaba del almuerzo y la cena, mientras que el turno de noche se encargaba del desayuno.

Qiao An comenzó su primer día de trabajo en el turno de día. Recién había asumido su puesto y estaba a punto de empezar a pelar papas cuando escuchó una voz familiar detrás de él.

-Qiao An, ¿tú también estás aquí en el comedor?

Qiao An se volteó y dijo:

-¿Sr. Xie?

Xie Yuzhe se rió a carcajadas y se acercó, tomó una papa y comenzó a pelarla.

-No me llames 'Sr.', solo llámame Xie Ge.

Aunque Qiao An ya había tenido un hijo, en el equipo, él solo era mayor que Mu Zi. Así que, independientemente de quién fuera, solo podía dirigirse a los demás con un "Ge".

-No esperaba encontrarte aquí en el comedor. ¿También eres omega? -preguntó Qiao An casualmente, aunque ya había adivinado hace mucho el rasgo de Xie Yuzhe.

-Sí, solía estar en la industria del entretenimiento, pero no era conveniente. Allí, los omegas no tenemos derechos, solo podía protegerme con supresores.

Qiao An comprendía su situación.

-Yo también. Desde pequeño, siempre fui acosado, y de alguna manera siempre era culpa mía. Ya sea, supuestamente por coquetear con los alfas o por liberar mis feromonas a propósito para proyectar una imagen de víctima débil y buscar compasión. En resumen, siempre era el culpable cuando sufría de acoso.

Como omegas, se supone que recibían protección de toda la sociedad, pero en realidad, se enfrentaban a innumerables injusticias.

Mientras charlaban y pelaban las papas, el líder que estaba detrás, se acercó de repente y exclamó:

-¡¿Quién de ustedes es Qiao An?!

Qiao An se paralizó por un momento y se volteó de inmediato. Su bebé en su espalda también abrió sus redondos ojitos y miró al líder con curiosidad.

-Señor, yo soy Qiao An, ¿qué necesita?

El líder le entregó directamente una lista y dijo:

-Ve al área este y recoge estos vegetales.

Qiao An miró la lista y se sintió un poco afectado.

-¿Yo solo?

-¿Qué? ¿Quieres que te acompañe? -El líder lo miró con desdén.

-N-No, no es eso. ¿Hay algún medio de transporte para traerlos?

-No, solo ve y tráelos tú mismo.

Aunque la variedad de verduras no era abundante, entre las papas y las batatas, había al menos cientos o incluso miles de kilogramos. Qiao An no podría traerlos de vuelta por sí mismo, incluso si se agotaba de cansancio.

-Líder, no puedo traer todo eso yo solo...

-¿Qué quieres decir con que no puedes? ¿Acaso crees que la base te está manteniendo para que comas sin hacer nada? -El líder, que era un beta, era muy autoritario, y con una mirada intimidante, podía hacer temblar a las personas.

Pequeño lobo arrepentido.Where stories live. Discover now