CAP. 8

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—Él... -dudó por un momento lo que podría decir.- solo vino a felicitarme.

—¿A felicitarte? -preguntó molesto.

—No por mí... -arregló.- por Suni.

—¿Y que tiene él que ver con Suni? -siguió cuestionando aún con evidente tono de molestia, un tono que conseguía que Lisa se sintiera insegura encarcelada entre la pared y su cuerpo.

—Nada. -tranquilizó.- Todos felicitan a las madres por sus bebés.

—Mhmm. -canturreó no muy convencido por aquello.

—Tambien quería disculparse. -soltó en un intento por calmarlo.- Por las notas, los incidentes, todo. Solo eso.

Jungkook la miró detenidamente apartándose de ella unos centímetros, en silencio por un rato.

—Quitate la ropa. -soltó de repente.

Lisa lo miró confundida pero no estaba en condiciones de retarlo después de como había reaccionado con ella hace unos minutos, así que lo hizo.
Comenzó por quitarse la blusa y lanzarla al piso, para después quitarse el pants y patearlo con sus pies descalzos quedando completamente en ropa interior bajo la fría mirada de Jungkook.

—El pecho contra la cama. -habló nuevamente, sin expresión alguna.

Lisa se giró y caminó los pocos pasos para llegar a la orilla de la cama y poner su torso sobre ella, quedando agachada con sus pies aún tocando el suelo.
Solamente, podía escuchar a Jungkook desabrochar su cinturón y hurgar en su pantalón; intentó mirar sobre su hombro pero recibió un terrible jalón de cabello enderezando su cabeza, mientras lo sintió desabrochando con la otra mano su sujetador.

—Jungkook... -susurró.

Le soltó el cabello empujando su cabeza hacia en frente con brusquedad.
Y fue ahí, donde comenzó a bajar sus bragas dejándolas resbalar por sus piernas, deteniéndose en sus talones; un movimiento más y... entró tan fuerte que tuvo que tapar apresuradamente la boca de Lisa para evitar que soltara aquel grito que se quedó atorado en su garganta.

Las estocadas eran fuertes y apresuradas, mientras el jadeaba con una mano en su cintura ayudándolo a empujar y con la otra tapando la boca de ella evitando que sus gemidos salieran. Las manos de Lisa arrugaban las sábanas y por más que estuviera mal dejar que Jungkook la tocara así después de todo lo sucedido, lo estaba disfrutando y odiaba la idea de hacerlo.

Jungkook soltó su boca y tomó de nuevo su cabello pero, ésta vez Lisa no se quejó del dolor sino que le excitó aún más haciéndola soltar un gemido mientras aún entraba en ella. La levantó rodeando su cintura con su brazo, poniendo su pecho contra su espalda y comenzó a masturbarla con su mano libre.

—Creo que no tengo que repetir que no quiero que vuelvas a verlo. -habló jadeante al oído de Lisa.

Con su cabeza sobre su hombro asintió rápidamente, gimiendo, sintiendo como el orgasmo estaba por llegar.

Jungkook la empujó nuevamente contra la cama y comenzó a entrar en ella aún más fuerte y rápido, obligando a Lisa a tapar sus gemidos hundiendo su cabeza en el colchón mientras una de sus manos viajaba hacia atrás empujando fallidamente para que lo hiciera más lento pero, Jungkook tomó su mano y dobló su brazo sosteniéndolo sobre su espalda mientras seguía con su ritmo, haciéndola subir una de sus piernas a la cama. Y ahí, con las piernas abiertas, sintiendo la fricción con el colchón, sintió el orgasmo llegar, completamente sobre estimulada,  corriendose con cada empujón mientras él lo hacia dentro de ella.

(...)

Sentada sobre la cama, con sus piernas cruzadas, completamente vestida, podía mirarlo abotonar sus pantalones y abrochar su cinturón; aún pensaba en como fue posible que le permitiera seguirla tratando de esa manera, ella sabía que era su juguete, la tenía encerrada en lo que fácilmente podría ser su casa de muñecas. Tenía que hacer algo y si él estaba tan obsesionado con ella, tal vez podría convencerlo de mucho.

—Kook. -se animó a hablar.

—Mhm.

Lo pensó unos segundos hasta que recibió la mirada fría de Jungkook sobre ella incitandola a seguir hablando.

—Quiero salir. -se atrevió a decir.

Jungkook la miró nuevamente pero ésta vez, la miró con burla en su rostro, con una enorme sonrisa.

—¿Tú quieres salir? -rió.

—Quiero ir a casa... -intentó.- Contigo, con Suni. Tal vez, volver a la escuela. Ya no quiero estar aquí.

Jungkook volvió a reír.

—Creí que a éstas alturas ya eras consciente de que jamás vas a salir de aquí. -se acercó, sentándose junto a ella.- Te quedarás aquí, por qué aquí nadie más que yo, puede tocarte.

Se levantó de la cama y caminó hacia la puerta, quitando la silla y regresandola a su lugar para volver a la entrada y antes de salir, miró a Lisa quien lo seguía con su mirada.

—Por si no lo entendiste cuando te lo dije... No quiero que vuelvas a verlo por qué si lo haces, no serás tú con quién voy a desquitarme.

Sonrió saliendo de la habitación, dejando a Lisa completamente paralizada. Tenía que hacer algo, no podía quedarse simplemente pensando en que Jungkook podía hacerle algo a ella, a Suni o incluso a sus amigas.

Por más que hubiera recibido una amenaza si se acercaba, tenía que aceptar lo que Jimin le había ofrecido y hablar con sus amigas.

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