Dueto - Miraculous Ladybug [Luka Couffaine x OC]

Capítulo 8

[Mei Li-Cheng]

Aun cuando no estoy segura como seguir con una melodía que no se ha escrito, el ver mi propia página en blanco me insta a empezar donde yo quiera.

Quizás eso es lo difícil, el solo hecho de comenzar con algo nuevo da miedo y es abrumador. Sin embargo, a diferencia de antes, creo que el poder ver las cosas desde otra altura, me ayudó a darme cuenta de que en realidad, no tengo que intentar hacer las cosas sola.

Me había acostumbrado a estar sola.

El hecho de que repentinamente mi vida se viera expuesta a tanta gente que no conozco, era lo que más me hacía desconfiar justamente de las personas que podían y se ofrecían a ser mi apoyo. Mi madre, que ya no está para guiarme cada paso que doy, de alguna forma solo evitaba que tuviera que pasar por un sentimiento como este.

Pero a veces, los errores son necesarios.

Porque abre la oportunidad a nuevas melodías, que sin el intento, nunca se hubieran descubierto.

.

--- (sorprendida Mei sintió como su teléfono comenzó a vibrar otra vez, por lo que respirando profundo respondió la llamada, hablando en su usual idioma) ¿Padre?

--- ¡Mei! ¡¿Qué rayos tienes en la cabeza?! (molesto) ¿Tienes idea de cuanto te llamé? Sabine no me contesta y no sabía si te había pasado algo, ni siquiera avisaste por mensaje.

Mei: ~Ahh...~ (sintiendo como lágrimas se asomaron de sus ojos se abrazó a sí misma) ~Cierto, que aún tengo a mi padre para regañarme al menos~

--- ¡Mei! ¡Contéstame! ¿Acaso sucedió algo?

--- Perdón...

--- (al escuchar el sollozo débil se calmó al instante, hablando más serio y preocupado) ¿Qué sucedió?

--- (intentando hablar con calma) Padre...

--- Mei, me estás asustando, ¿qué ha pasado?

--- Lo siento, por no poder seguir el camino que mi madre quería. Pensé que si lo hacía, estaría bien, y que así podrías estar atento a mí.

--- ¿Atento?

--- Creía que, si me volvía como mamá, entonces estarías orgulloso de mí. Lo hacía, para hacerlos felices, pero ya no puedo hacerlo. Incluso si usted quería conseguir que me rindiera con eso, yo... no quería aceptar que mi mamá ya no está. Pensé que si lo hacía, entonces no me dejaría.

--- (suspiró dolido) Eso nunca ha sido cierto, Mei.

--- Lo lamento...

--- No, yo soy quien debe disculparse. Es cierto que te dejé de lado y me enfoqué tanto en mi trabajo que, la verdad, nunca estuve presente para ti, pero no pienses en ningún momento que mi razón ha sido porque no eres igual a tu madre. Nunca he creído que debas serlo.

Mei: ~Incluso su forma fría y directa de decirlo me consuela un poco~

--- Perdón Mei, mi ausencia hizo que tuvieras que preocuparte por cosas que no son reales. Eres mi hija, la razón por la que permití que te fueras a París, es porque creí que así podrías despejarte y dejar de intentar imitar a tu madre. Lamento no haber sido más sincero.

--- (Mei rio levemente, secándose las lágrimas) Nunca lo habíamos sido... ninguno de los dos...

--- (Yang sonrió orgulloso) Tómate tu tiempo, ve a tu propio ritmo.