XI

26 11 0
                                    

Cuando la sed de venganza supere la razón, la intemperancia engendrará y el caos será inevitable.

Hola de nuevo. ¿Me extrañaron? Yo creo que sí.

Qué linda noche, lluviosa. Escucho como retumban las gotas en mi techo de chapa, acompañadas de refucilos y truenos; una verdadera sinfonía, una caricia al oído y al alma, la única e inigualable orquesta del más allá. La soga que rodea mi cuello se encuentra cada vez más tirante y apretada. Es mi reloj de arena, mi muerte ya se siente, se aproxima... Estoy prácticamente en absoluta oscuridad para afianzarme y armonizarme con ella; solo me acompaña el brillo de la luz media quemada del velador. Pronto estaré del otro lado.

¿Quieren el asesinato de mis padres? ¿Llego la hora? ¡Por supuesto!

Mis padres... ¿Qué puedo decir sobre ellos? Tantas cosas. Podría estar horas y horas escribiendo. ¿Quieren la historia lenta y detallada o corta y concisa? Perfecto, excelente elección. En este relato nos ocuparemos de ser muy detallistas. Espero que tengan el estómago extremadamente fuerte para soportar todos los fragmentos espantosos y horripilantes que contiene.

Empezaré escribiendo sobre mi padre. ¡Qué noches esas de trucos, asados y vinos papá! Aunque yo era muy mentiroso; bueno, lo soy, y ahora peor que antes, les comenté al principio que todo fue de mal hacia peor. Mentir tanto muchas veces nos llevó directo hacia la derrota en el truco, pero, ¡tú también eras muy mentiroso papá!, otra cosa horrible que heredé de ti, aunque, divertida. Por dentro, sabías que no podía evitarlo, no era mi culpa. ¿Por qué me pegabas? Mira hacia donde nos dirigió tu maltrato. Si me estas observando desde alguna parte, quiero decirte que te agradezco por enseñarme el valor de la vida, que en poco tiempo, me voy a quitar, porque la realidad, es que jamás me importo nada de lo que me decías.

¿Por qué le pegabas también a mamá? Ella, luego de todos tus golpes se descargaba conmigo, o sea, yo recibía palizas por parte de los dos. Eras una persona que nunca nadie llegó a conocer por completo. ¿Igual que yo? Sí, sobre eso tienen razón lectores, ¡soy igual a él! Mira lo que creaste papá, causaste que muchas personas murieran por tu culpa. ¡Sí, todo fue tu culpa!, tienes el cien por ciento de la responsabilidad por todas esas muertes, incluyendo la que está por venir (la mía). Además, por todas las mentiras que dije a lo largo de mi vida (incluyendo a mis queridos lectores).

¿Tú también escuchabas voces papá? Dime que tú también las oías. Tal vez, tus voces no eran como las mías y no te querían. Mis voces destruirían a las tuyas, ¡seguro las aniquilarían!

¿Creíste que regalándome un diario solucionarías todo? Solo lo empeoraste. Me juego la cabeza que fue idea tuya la de regalarme un diario, y luego un perro. Siempre supiste los problemas con los que yo cargaba, ¡pero eso no te importó! ¡Hasta Jack sufrió por tu culpa! ¡Y mamá murió también por tu culpa! Ruego que no la estés maltratando en algún otro lugar; de todas maneras, nos veremos pronto...

Ahora, es el turno tuyo mamá. ¡Qué bellos momentos esos en los que me cocinabas todas clases de comidas, postres, y hasta insectos! ¿Te acuerdas? ¿Recuerdas mi favorita? ¡Milanesa con puré mamá! Con puré de arañas. ¡Qué bien te salía! ¡Qué rico! Tu cabeza estaba muy desordenada. ¡Loca de remate!, pero en el fondo, sé que no tenías ningún tipo de maldad. Con papá hicieron un combo del que emergí yo (una persona loca, controladora, mentirosa, y asesina), esa fue la herencia que me dejaron. ¿Cómo no te acuerdas mamá? ¡Asesinaste con papá! ¿Quieres que te refresque la memoria? ¿Eso quieres?

¿Tú también escuchabas voces mamá? Tal vez, tú también las oías. ¿Ellas te decían que me cocinaras insectos?

¡Sí mamá, sí! Papá era un descarado, ¿recién te das cuenta? ¿Por qué te oigo a ti y no a él? ¿Tienes miedo papá? ¡Hazte presente en esta habitación, te invoco!

El perturbado diario de BillyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora