Lorenzo Zurzolo
Realmente le debía mi vida en estos momentos a Amor, realmente me sentí idiota al escuchar al otro chico llamarla amor y luego alejarla de mí, pensé que tenía dos novios o estaba engañando al chico del súper mercado, resulta que su nombre era tan único como ella.
Y es que realmente era una chica única, como se le ocurría seguirle el juego a un completo extraño.
— Antes de que entremos, mi nombre es Amor Lombardo... — Extendió su mano hacía mí y yo la tome. — Ya que no te sabes el nombre de tu novia.
— Solté una carcajada. — Lo lamento, mucho gusto, Amor.
Ella me sonrió mostrando sus dientes.
— Tengo 16 años y soy venezolana. — Habló. — Por si te preguntan algo de mí.
— Eso ayuda mucho y explica mucho también. — La mire de arriba abajo.
Cargaba una falda corta color negro y un top que dejaba la espalda descubierta manga larga del mismo color, unos tacones y el cabello semi recogido, su maquillaje era sencillo, se veía muy bonita, podía notar mejor aquellos rasgos latinos y entendía el acento.
— Vamos. — Señaló la entrada y yo asentí.
— Antes, dame tu Instagram. — Saque mi teléfono, lo encendí para desbloquearlo y luego poner la aplicación.
Ella escribió su user, lo tome y empecé a seguirla.
— Para coordinar lo del café.
Ella asintió, toque suavemente su espalda para guiarla hacia la entrada, los guardias nos dejaron pasar nuevamente y le pedí que fuera con sus amigos mientras yo coordinaba lo del vip con el encargado que estaba en la barra, cuando todo estuvo listo, fui hacia ellos estaban hablando y el hermano de Amor se veía molesto.
— Listo. — Hablé cuando llegue. — Pueden subir con nosotros al VIP.
— ¡Amo el VIP! — Un chico rubio exclamó. — Vamos, que emoción.
Tomo de la mano a las dos chicas que estaban con Amor, los otros dos chicos me miraron de arriba abajo para seguir a su amigo el rubio.
— ¿Todo bien?
— Adrianno no entiende nada de lo que está pasando y le molesta no entender nada. — Rodó los ojos. — Lo que es la mayor parte de su vida, ya se le va a pasar.
Asentí sin ganas de indagar más, era su hermano y nadie lo conocía mejor que ella, si ella decía que ya se le pasaría, le creo. En la escalera los guardias de ahí, le entregaron la pulsera que los distinguían del resto, subimos y ví a mi grupo todos sentados en la mesa, el primero en notarme fue Riccardo.
— Chicos. — Me acerque a ellos con Amor a mi lado.
— ¿Se puede saber cómo es posible que tengas novia y tú no le hayas dicho nada a tu mejor amigo? — Mirko se levantó indignado. — Pensé que lo de nosotros era especial.
— ¡Mirko! — Riccardo bufó, de los tres él más serio era él. — ¿Que pasa, Lorenzo?
— No pasa nada... — Suspiré. — Es complicado de explicar y más en este ambiente. — Dije, ya que teníamos que gritar para hablar. — Ella es Amor Lombardo, es mi novia.
Mis amigos miraron a Amor de arriba abajo sin perderse detalle alguno de la latina que se encontraba a mi lado, fruncí el ceño y los miré con una ceja alzada.
— Ellos son Mirko y Riccardo, mis mejores amigos. — Ella asintió, claramente los conocía por la serie y tenía que admitir que me tenía encantado su autocontrol en este momento. — Ella son Alice y Benedetta, por último Lady, pero ya la conociste.
