Esta historia es un tanto complicada, un tanto dramática y un tanto divertida...
Empieza con Amor... Si, con Amor y no precisamente ese sentimiento que nos vuelve locos y estúpidos a veces, no, empieza con una chica cuyo nombre es Amor.
Imagínate llamarte Amor en Venezuela.
El chalequeo no es para nada normal, es que aquí no te pueden poner nombres extraños o con un lindo significado porque lo van a volver la vaina que más odies en tu vida durante tu niñez y parte de tu adolescencia.
Pero, Amor nunca odio su nombre, a ella le encanta tanto la originalidad, la valentía y el poder ser única, no tenía problemas porque no había ninguna otra, ella era especial y siempre se sintió así.
En una Venezuela llena de María o de José, ella era única, nadie podía confundirla, nadie diría presente por ella por equivocacion, nadie diría ¿Maria que? No, porque ella era la única Amor.
Su familia es un tanto complicada y a diferencia de la bonita historia de amor que tuvieron sus abuelos paternos, la de sus padres fue muy diferente, tan diferente que su padre terminó regresando a Italia después del quinto hijo.
Algo tarde ¿No creen?
Pero nunca abandonó a sus hijos, le enviaba dinero cada vez que tenía la oportunidad y cuando se acercaban las vacaciones ya tenía listo el boleto de avión para que ellos vinieran a visitarlo.
El hermano mayor había decidido en irse con su padre en su 4to año en el liceo, por lo que se graduó en Italia.
Cuando la situación en Venezuela se complicó y ya lo que Ana ganaba no era suficiente para mantener a los cuatro niños tomo la decisión más difícil que cualquier madre podría tomar, era dejarlos irse a vivir con su padre.
— ¿Haremos lo mismo que hizo Donato? — Pregunto Emilio, el niño de 11 que miraba a su madre con ojos de cachorro.
— A tu hermano le va bien con su padre, será divertido, a ti te gusta mucho Italia. — Ana la madre de los chicos le sonrió. — Iré en vacaciones a visitarlos y nos veremos siempre por videollamada.
— ¿Por qué no aceptas la oferta de papá y te vienes con nosotros? — Pregunto Amor, la única chica de la familia.
— ¿Por qué me iría con él? Ya yo no soy su mujer.
La morena se levantó de la cama de su hijo y empezó a sacar la ropa para doblarla perfectamente en la cama, está situación era estresante para ella y le causaba mucha impotencia, no quería dejar a sus hijos solos en un país que no conoce, pero, no se sentía preparada para enfrentar al que una vez llamo el hombre de su vida.
— Mamá... — Amor la llamo. — Podemos estar todos juntos otra vez, tienes la oportunidad.
— Tu tía Claudia...
— Mi tía Claudia es una envidiosa, no soporto que te casara con un italiano precioso y tuvieras la oportunidad de irte lejos de aquí, oportunidad que no aprovechaste una vez y ahora la estás negando de nuevo.
— Amor, esto no es peo tuyo ¿Okey? — Su madre la miro de arriba abajo. — Soy la menor y mi deber es quedarme con tus abuelos.
— Amor bufó. — Mientras todos mis tíos gozan de su buena vida con sus familias y sus casas propias, mis abuelos entenderían si te fueras.
— No insistas, ve a decirle a Adrianno que se venga para la casa.
Así fue como Ana termino separada del amor de su vida y de sus hijos, por una tradición antigua y un poco injusta, mientras sus hijos se subían a un avión para hacer una nueva vida y tener nuevas oportunidades, Ana se quedaba en Venezuela para seguir con su vida mientras lloraba la ausencia de los que amaba.
Nadie, ni la mismísima Amor tenía idea de lo que le esperaba fuera de Venezuela, no sabía las cosas locas y extrañas que le pasarían en Roma, ni mucho menos lo popular que se haría en el lugar...
Dejando a su madre atrás, Amor empezaría una nueva vida dónde descubría que Amor representaba muchísimo más que su nombre.
✧✧✧
Nota: Está es una historia que me ha estado rondando por la cabeza desde que conocí al bello de Lorenzo (ojalá poder conocerlo de verdad) amo mucho imaginarme como serían ciertas películas,series o la vida de ciertas personas si le agregan un poco el sazón venezolano.
Así que aquí les dejo este proyecto.
Sé que aún tengo una historia por terminar y les prometo que lo haré, pero, necesito sacarme esto de la mente.
Gracias por existir e inspirarme todos los días a crecer. 🤍
