1880| Danganronpa v3

━LA FIESTA

Eran las 9:30 de la tarde, me daba igual si llegaba tarde o no, yo solamente venía acompañar a mi hermana y quizás a comer, pero da igual, con lo que sucedió ayer no pienso dejarla sola otra vez.

Caminabamos por las calles, lo único que iluminaba eran los altos focos de luz. De todas formas no importaba cuanto caminaramos, era un pueblo y no tan grande como en donde me crié.

Al levantar la vista pude ver un gran castillo con mucha iluminación que hacía que tuviera una vista demasiada increíble. En cuando me dirigi al grande portón estaba súper lleno, las mujeres (que supongo que eran de alta clase) venían con unos vestidos demasiados elegantes y esponjados, con peinados que no había visto, y bueno... Los hombres solamente venían con el típico traje negro.

Logré pasar la ola de gente junto con Yuna para entrar al castillo, nunca eh estado en uno, sinceramente, razón porque en la mayoría de los poblados el Reino era privado.

La música re sonaba en mis oídos, a pesar de estar recién en la entrada principal. La sensación era genial, pero también me estaba abrumando con tantas personas a mi alrededor.

─Voy a ir a comer. ─Derrepente me habló Yuna. ─Tengo hambre y esta noche no me regales ni me trates como si fuera tu hija, ¿vale? No quiero pasar vergüenza.

Quedé con la boca entreabierta para responderle pero simplemente ella se fue de una. ¿Por qué Yuna tiene que ser tan castrosa? Que no la haga pasar vergüenza, dice, y ella misma lo hace.

Derrepente la música subió de volumen tan repentinamente que me asuste, ¡¿era como si tuvieran un teatro entero o qué?! Me estaba ahogando, y lo peor es que ni sabía en donde ir, a lo que me acerque a un salón con un gran espacio en donde literalmente estaba lleno de personas, bailando, conversando o no sé qué estarán haciendo...

Iba a subir a las escaleras para llegar al segundo piso, pero en ese entonces un guardia me detuvo, era grande que incluso tuve que levantar la vista para observarlo a los ojos.

─Lo lamento, pero no esta permitido subir. ─Él me comentó.

El tono de voz era completamente diferente a su apariencia, cosa que me hizo sentir menos tensa. Suspire y me dirigi a una esquina, rodando los ojos.

─"Lo lamento, pero no esta permitido subir". ─Susurre en un tono burlón, cruzandome de brazos y observando a las personas.

Pero mi frustración siguió porque un tipo pasó sin ningún problema, ¿pero qué? Esta gente parece tener fobia a los pobres-, no es que me considere, o sea sí, pero le refiero a clase baja, bueno, ni tan baja, media, ¡¿o no sé?!

¿Y ahora qué se supone que haga? No tengo nadie con quién hablar, no sé socializar y hasta me da vergüenza ir a comer, suena tonto pero es la verdad. ¿Por qué tengo que ser una puta introvertida? De verdad quiero cambiar... ¿Y si lo intento? Tenko dijo que vendría.

Con nervios, empeze a caminar por el castillo, hasta finalmente toparme con Chabashira.

─¡Crystal! ─Exclamó ella con una sonrisa. ─Pensé que no vendrías.

─Bueno, ahora me arrepiento, estoy demasiado aburrida y no sé qué hacer, sinceramente.

─Hm... Pero ya verás que te acostumbraras, has estado muy poquito tiempo en el pueblo. ─Ella responde. ─Mira, te presentó a Himiko, una amiga.

Mis ojos se dirigieron a la persona la cuál se refería Tenko, era una chica de cabello liso y corto con un color rojizo, igual que sus ojos, sobre todo que tiene una estatura baja.

─Hola. ─La chica me 'saludó', igual, de todas formas es algo incómodo presentarse derrepente.

─Buenas. ─Respondí yo, tratando de que mi tono de voz no saque la conclusión de que estaba nerviosa.