¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
24 de dic, 2024.
—Zulema.—
—Elian.— se acercó a mí.
—cómo estás?.—
—bien, pero tu?.— empezó a sonar mi celular.—ya no me habías hablado.
—bien chula, ya la quería ver. No había podido verla, no quería ponerla en peligro.— no contesté la llamada.
—estaba preocupada por ti, solo que no sabía cómo comunicarme contigo.—
—le puedo dar un abrazo?—
—claro.— Sonreí y nos dimos un pequeño abrazo.
—te extrañaba, Zule.—
—y yo a ti Elian.—
—no puedo quedarme mucho tiempo, pero le compré un regalito.—abrió la puerta de su carro y bajo con una caja en sus manos.
—ay no, yo no te traigo nadaa.— caminaba hacia a mi.
—eso no importa, yo se la quería regalar.—me dio la caja.— espero te encante así cómo me encantas tu a mi.— quedamos frente a frente.
—gracias Elian, de seguro me va gustar. Pero no era necesario.—le di un abrazo en forma de agradecimiento.
—para ti todo es necesario.—
Nos despedimos y me fui.
Estaba terminando de alistarme cuando mi celular volvió a sonar y de nuevo era un número desconocido.
—bueno.— hable primero.
—te quiero ver.— habló una voz que se cortaba por la señal.
—Iván?.—
—ajá.—
—por qué no me habías hablado?.—
—no tengo tiempo para explicarle, pero pasando las 12 el Trébol la va recoger.— colgó.
(...)
Me pareció rara su forma de hablarme pero no quería arruinarme un gran y bonito día cómo hoy.
Estaba buscando algo que combinar con el regalo que me dio Elian, me regaló una lady Dior.
Al terminar de por fin alistarme bajé y ya estaba una parte de mi familia, comencé a saludar. Ya eran al rededor de las 10 de la noche y comenzamos a cenar, disfrutamos mucho la cena platicando y bromeando entre nosotros, la pasé tan bien que había olvidado lo que me había dicho Iván.
