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An Yujin

A veces creo que no tengo suficientes motivos para seguir esforzándome tanto.

Mi abuela era mi única familia y se murió de un paro cardíaco cuando tenía 13 años. Desde entonces tuve que trabajar en lo que podía para mantenerme. Había veces que hasta dejaba de comer para poder lavar mi ropa.

Tuve suerte de haber conocido a Gaeul y a su familia, justamente después de perder a las dos personas que más me importaban. El momento en que más sola me sentía. Ellos fueron los únicos en tenderme esa mano que tanto necesitaba. Y dentro lo poco que tenían, me ayudaban.

Me hubiera gustado ir a la universidad pero en cambio, tuve que conformarme con el estúpido título de Ayudante de Contador.

El cual al menos me ha traído prosperidad.

Y por lo mismo, pude devolverle la mano a Gaeul al conseguirle el trabajo de recepcionista en mi misma empresa.

Es gracioso que mis habilidades en matématica me han permitido destacar más que las personas con más estudios de aquí.

Algo de lo que me pueda enorgullecer.

Un golpe en la puerta me devuelve a la realidad. Debía ser justamente Gaeul, así que le grité que entrara.

Me dejó un montón de papeles encima de la mesa y salió rápidamente. Al segundo que cerró la puerta, se cayó un sobre —de dudosa procendencia—.

El cual tenía un dibujo de flores a mano alzada, junto a mis iniciales en la esquina inferior.

Abrí la carta y me dispuse a leerla.

Aquella historia que solamente dos personas conocíamos

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Aquella historia que solamente dos personas conocíamos.

Ella y yo.

¿Acaso ya recuperó sus recuerdos?

No. Eso es imposible.

Alguien me debe estar jugando una broma de muy mal gusto.

Además la carta ni siquiera tenía remitente.

¿Cómo es que llegó aquí?

Salí disparada de mi oficina hacia la recepción, tomé a Gaeul de la muñeca y la arrastré al baño conmigo.

YJ: ¿De dónde salió esa carta?
GL: Oye relájate que pareces loca.
YJ: Sólo dime!
GL: Eres demasiado despistada.
YJ: ¿Qué?
GL: Es de esa mujer con la que casi chocaste el otro día.

No podía creer lo que acababa de escuchar.

¿Tuve a Wonyoung frente a mis narices y no me di cuenta?

YJ: ¿Broma?
GL: Ves que eres despistada.
YJ: ¿Te dijo algo?
GL: Nada... sólo parecía desesperada por hablar contigo así que le di la idea de la carta.
YJ: ¿Por qué no la dejaste pasar?
GL: Acaso querías que perdiera el trabajo, idiota!
YJ: Pero me hubieras preguntado Kim Gaeul.
GL: Se te olvida que se supone que en el trabajo no nos conocemos.
YJ: Déjate de tonterías.
GL: ¿Quién es?
YJ: Alguien que llevo esperando mucho tiempo.
GL: ¿Qué es esa descripción de mierda?

No tenía ganas ni menos energía para explicarle.

YJ: Si te lo pide de nuevo, la haces pasar y ya.

Me di la vuelta y me fui.

¿En serio mi Jang Wonyoung había vuelto?

Gone - AnnyeongzWhere stories live. Discover now