matias recalt

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Auto rojo

Estaba en una juntada con mis amigas, Rocio y Morena, vinieron al mediodía a quedarse a dormir. Ya habíamos hecho todo lo posible y lo que pasara por nuestra cabeza, ships de personajes, jugar jueguitos, leer, cantar, todo lo que se nos ocurriera. Apenas eran las cinco de la tarde, faltaba para preparar la comida por lo que decidimos por ver una película, una quería de terror, otra de comedia y otra de amor, somos diferentes, pero nos complementamos. Terminamos viendo "A todos los chicos de los que me enamoré"

-Eh, Lara Jean parece Renata, se ilusiona con todos. -Bromeó Rocio haciéndonos reír y recibiendo un golpe de mi parte.

-Por lo menos no tengo una hermana tan forra. -Bromeé y seguimos viendo la película.

-Eu, ese se parece a Matías. -Habló Morena señalando a un chico después de un tiempo. Matías era mi ex, terminamos hacía un gran tiempo, intentamos hacer el contacto cero y funcionó, intentaba ignorar cada noticia de él, sus edits, historias y todo lo relacionado a él. Los primeros meses fueron terribles, se había estrenado recientemente "La sociedad de la nieve" y todos hablaban de él, me fue imposible. Después de lograr no ver la película, dejar de ver redes sociales para que no aparezca nada relacionado a eso, mi mamá rompió el contacto cero y me mandó la noticia en la que ganó un premio Goya, me hubiese gustado felicitarlo, pero había logrado mucho en este tiempo y prefería seguir así. No terminamos por razones extremas, dejamos de sentir y de alguna forma terminamos peleados, decidiendo el contacto cero por el bien de los dos. También tuve que alejarme de sus amigos con los que formé una amistad en el tiempo que pasaba con Matías.

-Amiga, nada que ver. -Contesté y Morena pausó la película.

-Por favor, es igual. -Siguió señalándolo.

-Ñe, tiene un aire. -Habló Rocio.

-Un aire acondicionado tiene, ¿que flashean? ¿necesitan anteojos? -Pregunté.

-Para mi es igual. -Volvió hablar Morena y seguimos viendo la película.

A los cinco minutos de esa conversación sobre Matías, me llegó una notificación a mi celular recibiendo varias puteadas por el sonido de parte de mis amigas.

-Lo invocamos. -Hablé con un hilo de voz sorprendida.

-¿Qué? -Preguntó Rocio.

-¿Te habló Matias? ¿Qué te dijo? -Agarró mi celular de mis manos y leyó el mensaje. -"Te paso a buscar en 10 minutos"

-¿Qué? -Volvió a preguntar Rocío. Estábamos todas sorprendidas.

-¿Qué le digo? -Pregunté esta vez yo.

-Decile que lo esperas, aprovecha, Rena, decile todo lo que tenes guardado hace meses. -Me respondió Morena, era la única que asimilaba la situación.

-¿No les jode que las deje sola? -Recibí un simple "no" y volví hablar. -Bueno, ayúdenme a cambiarme.

Subimos a las corridas a mi pieza, según los cálculos Matías estaba en mi puerta en siete minutos.

-¿Qué carajo me pongo? -Pregunté frustrada.

Rocio fue hacia mi placar y buscó entre la ropa. -Matías te dijo una vez que le gustaba como te quedaba el rosa. -Sacó un buzo rosa claro, era invierno y hacía mucho frío para salir desabrigada.

-Ponete este pantalón negro. -Morena sacó un pantalón negro ancho y una remera blanca básica.

-Uh, si. -Habló Rocío, yo esperaba a que ellas tengan mi outfit listo. -Ese combina con las zapatillas esas blancas.

Me extendieron mi ropa y empecé a cambiarme delante de ellas, casi ni teníamos tiempo, quedaban tres minutos. Mientras que Rocío ataba mis zapatillas, Morena me ponía rímel y un poco de gloss, acomodé un poco mi pelo y a los diez minutos cumplidos mi celular sonó con un mensaje de Matías, "afuera". Baje junto a mis amigas y las despedí, no sabía cuando iba a volver.

Al salir y verlo miles de recuerdos vinieron a mi cabeza, en estos meses había cambiado su auto rojo por un auto negro hermoso. Subí al auto y lo examiné, cambió su corte de pelo, tenía varias perforaciones, la cara de nene estaba intacta a sus veintidós años, también noté que varias marcas del acné habían desaparecido en su cara. Llevaba un buzo gris con unos pantalones negros anchos, siendo sincera no le quedaba muy bien.

-Hola. -Me saludó después de examinarlo. -¿Pase la prueba? -Preguntó.

-Mmm. -Hice que pensaba y él ponía en marcha el auto. -Hubiese preferido un buzo blanco, pero bueno.

-Buee, ¿tan mal me queda? -Preguntó mientras subía a la autopista.

-No, pero podría estar mejor. -Hablé y quedamos en un silencio incómodo, no sabía a donde me estaba llevando. -¿Desde cuando vas tan lento? -Rompí el silencio después de largos minutos y lo miré extrañada.

-No voy lento, en la ruta al sur no hay que ir tan rápido. -Respondió.

-¿Ruta al sur? -Pregunté.

-Quédate tranquila, te va a gustar. -Respondió. -Pone música. -Hice lo que me pidió. Empezó a soñar "Auto rojo" de Vilma Palma e vampiros. -¿Te acordas cuando venía a buscarte todos los días con mi anterior auto? -Preguntó y empezamos a recordar juntos.

Entre risas logré decir. -¿Te acordas cuando Felipe te dijo jodiendo que lo atropelles y lo hiciste? -Volví a reír mientras recordaba cada momento con él.

-Noo, me había olvidado. -Rió igual que yo, pareció pensar algo y habló. -Me encanta tu risa, extrañaba por volverla a escuchar. -Confesó.

-Mal. -Recordé la pregunta que rodaba en mi cabeza. -¿Por qué me viniste a buscar?

Él volvió a pensar por varios segundos y respondió. -No pude, el contacto cero no funcionó conmigo. -Estacionó el auto frente al lago donde me pidió ser su novia. Bajamos del auto y nos sentamos en las rocas en las que nos sentábamos siempre.

-Cambió mucho el lugar. -Hablé ignorando su confesión, no supe que responder.

-Cambiamos nosotros también, entro todos los días a tus redes sociales a verte. -Habló mientras que me miraba y agarrando mi cara para que lo mire.

-A mi me sirvió el contacto cero, Matu. -Intentaba mirar otra cosa que no sean sus ojos. -Lo único que supe de vos fue el premio, felicitaciones por eso. -Sonreí.

-Gracias, Renu, me hubiese gustado festejarlo con vos. -Conectó su mirada con la mía y una chispa recorrió mi cuerpo. -No lo hubiese logrado sin tus mensajes viejos, los leía cada día, me impulsaste a ser lo que soy.

-Bueno, no sé qué decirte, estoy orgullosa de lo que lograste, pero tiene que ser tu logro. -Saqué la mirada de sus ojos y la concentré en palabras nuestras que escribimos.

-¿Te acordas cuando escribimos eso? -Preguntó siguiendo mi mirada. Estaba escrito en una roca "Siempre juntos R y M".

-Si, fue la segunda o tercera vez que vinimos acá.

-La tercera. -Me corrigió. -¿En serio pudiste con el contacto cero?

-Si Matu, fue difícil, pero pude, si lo intentabas lo lograbas. -Respondí a su pregunta y volví a mirarlo.

-No quise intentarlo. -Me miró y quedamos en un silencio cómodo, intentábamos saber que expresaban los ojos del otro. -Volvamos a intentarlo, Renu, por favor.

Aunque me haga la dura, parte de mi corazón seguía siendo suyo, volver a verlo con su carisma y su humor despertó cosas en mi.

-Bueno, Matu, intentémoslo. -Sonreí y me besó.

One shots [La sociedad de la nieve]Where stories live. Discover now