la borrachera es pa' tontos.

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Scara estaba en su cuarto, como siempre jugando en su teléfono o la computadora que Kazuha amablemente le regaló, en un momento miró lo que se había comprado días atrás, un juguete que ha usado bastante tiempo y que ya era hora de darle compañía.

Salió de la habitación buscando a Kazuha, quien estaba en la sala de estar tranquilo viendo televisión.

― Oye Kazu.. ― se rascó la nuca mientras se acercaba al albino.

― quieres salir? adelante. ― sonrió sin mirar al chico, quien estaba extrañamente sorprendido.

― O-Ok.. volveré. ― se alejó lentamente hacía la salida, donde se fue casi pitando.

Kazuha dirigió la mirada a la puerta que se cerraba, luego miró a sus piernas y suspiró pesado.

― si no vuelves.. te obligaré a volver, después de todo.. eres mio. ― se susurró a si mismo, soltando un ligero silbido al soplar.

Mientras tanto, el índigo iba caminando a la tienda, donde al entrar tragó saliva y se adentró, paso por los largos pasillos buscando lo indicado, realmente, el siempre había tenido deseos sexuales de esa manera, era su segundo mas grande deseo. Desde los 17 que adoraba estar encerrado jugando con algo dentro.

Tomó unas cuantas cosas y las pagó, saliendo del lugar evitando ser visto por alguna mirada conocida. Cruzó la calle que daba para su casa, nada nuevo que ocurra por los alrededores llamaba su atención, ningún apostador que pudiese hacerlo reaccionar de su mundo.

Entró a la casa y evito los saludos, pasó directo a su cuarto y demonios juguetes en una caja que mantenía limpia.

― Oye Scara.. ― abrió la puerta sin tocar, asustando de muerte al llamado.

― Puta madre Kazuha! ― cerró la caja y gracias a los arcontes no se alcanzó a ver el contenido de la caja.

― Ah.. lo siento. ― sonrió y cerro la puerta, a parecer de Scara, estaba claramente borracho.

Scara apresurado salió de la habitación, totalmente enojado tomo por el hombro a Kazuha.

― Qué mierda haces. ― Kazuha lo miró en silencio, luego sonrió y le dio un abrazo.

― apostemos, imbécil. ― la expresión de Scara cambió, a una molesta pero alegre a la vez.

― bueno, maldito estúpido. ― sonrió y se sentó frente al albino, realmente estaba esperando ganar.

Pasó una hora de una intensa pelea por la victoria, aunque Kazuha estaba medianamente ebrio aún mantenía una gran inteligencia al hacer sus movidas, dificultando una victoria asegurada para Scaramouche.

Kazuha tomó la última carta y las dejo caer, finalizando el juego con una perfecta jugada. Con rabia Scara tiró las cartas y se levantó.

― Ah.. A dónde vas? ― miró en dirección a la habitación de Scara. ― Ah no. ―

Se levantó tambaleándose, acercándose al menor. Antes que pudiera huir, Kazuha lo tomó por las caderas y lo apegó a él, dándole un abrazo   atrevido.

― por qué huyes? ― musitó al oído del índigo. Un escalofrío recorrió por la espalda del menor.

― q-qué mierda.. Kazuha. ― Su voz estaba entrecortada y con la respiración agitada. ― cálmate! ―

Las manos del mayor comenzaban a explorar la linda cintura de Scara, tocando y buscando los puntos sensibles de este.

― Dime Kunikuzushi, por qué huías? ― Bajó su mano hasta el notable bulto que apareció entre las piernas de Scaramouche, presionando contra su erección también ya bastante notoria.

Ludópata - Kazuscara.Where stories live. Discover now