Capítulo XII

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Capítulo XII: Otro momento en el que Harry Potter tuvo que haberle prestado atención a tiempo a la cosa rara que adivinaba el futuro y no lo hizo

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Harry dijo la verdad.

Una vez le tuvo real terror a Ron.

Es cierto que se han conocido toda la vida y entrenado juntos desde que Harry puede recordar a la mismísima magia. Se sabe los ataques y maniás de Ron desde el campo de batalla a las refriegas internas. Puede desviar todo con relativa facilidad sin duda alguna.

Pero Ron también es su mejor amigo, y ahí está el kit del asunto. Lo que te asusta de la ira de tus amigos no es salir físicamente lastimado, es, más bien, que son capaces de hacerte arrepentir de algo por toda tu vida y Harry desprecia esa idea. Ha ganado a la mayor amenaza del mundo de la magia. Ha reconstruido el mundo. Ha sido el héroe y su autoestima no es pequeña.

Y aún con todo eso, Ron todavía tiene el poder de hacerlo dudar de sus propias acciones.

Harry cierra la puerta a sus espaldas, que es más bien una cortina con motivo de patitos e insonorizada con magia, y le sonríe tentativamente a su mejor amigo apoyado en el inicio de las escaleras. Desde ahí puede escuchar a Hermione usando su tipico de voz para corregir a alguien, seguro con Ginny chismeando de algún tema escandaloso que Harry no podría seguir ni aunque quisiera. Tal vez ella podría ayudarlo.

O tal vez se pondría del lado de su esposo sin esperar a una explicación, tal y como Ginny hace siempre con Harry. Bueno, correcto, es totalmente su asunto y realmente nunca ha sido bueno con las palabras. Simplemente fantástico.

— ¿Es esta una broma, Harry? —finalmente, la voz de Ron rompe el silencio y lo transforma en algo feo que eriza los vellos tras la nuca de Harry como antes de un Avada Kedavra— Porque cuando vienes con un error garrafal a las espaldas para entregarmelo mi primer y mejor pensamiento en eso.

Harry verídicamente parpadea.

— ¿Error? —susurra Harry, no del tono amable en su tono— ¿Te importaría explicarte antes de que esto se vuelva un problema innecesario? Porque, así como veo las cosas, lo que parece es que no has madurado y sigues pensando como a los 16.

— Ganamos una guerra alrededor de esa edad.

— No la ganamos con tus obsesiones infantiles.

— Explícate. Ya mismo.

Ron junta las palmas de sus manos una junto a la otra y presiona la punta de sus dedos contra sus labios, como si estuviera a punto de contarle a Harry algo del mundo mágico que es cultura general para él pero que por X o Y motivo Harry ha podido darse el lujo hasta ahora de no saberlo.

— ¿Sabes que había pensado cuando me hablaste de tu nuevo amigo, Harry? —comienza Ron, con tal seguridad que empieza a hacer al otro enderezarse en toda su estatura ante la amenaza— Creí "es un total desconocido", porque jamás te esforzaste en decirme su nombre. Pensé "no está muy orgulloso al respecto porque no me lo ha presentado". Y, "es mi culpa por irme de vacaciones tanto tiempo", porque parecía que solo habías pasado tiempo con ese amigo en mi ausencia —Ron extiende sus palmas hacía arriba—. Pero resultó que era Draco. Era Draco Malfoy todo este tiempo y no me lo mencionaste ni una sola vez, en su lugar, más bien, lo trajiste a mí casa sin preguntar a ninguna persona aquí presente por su opinión. Yo, lo siento, creí que como tu amigo tenía derecho a decirte cuando estás cometiendo un error.

A Harry No le Pagan lo Suficiente // Harco - DrarryWhere stories live. Discover now