8. Horas después

6 3 0
                                    

Carlos (consigo mismo): Mañana es mi primer día en el golden table. ¿Qué me pondré para causar una buena impresión?

Carlos (respuesta a sí mismo): Debería optar por algo elegante pero cómodo. Tal vez esa camisa a rayas que siempre me hace sentir confiado y unos pantalones que no sean demasiado formales, pero lo suficientemente profesionales.

Carlos (consigo mismo): ¿Y el toque final?

Carlos (respuesta a sí mismo): Ah, sí, definitivamente ese par de zapatos que combinan bien y dan un toque de estilo. Así estaré listo para enfrentar mi primer día con confianza y profesionalismo.

Carlos ( consigo mismo ): y si en el primer día, la cago que haré que vergüenza, ( mientras se reprimía de la vergüenza, la emoción de estar allí en golden table)

Carlos (respuesta a sí mismo): Tranquilo, todos cometen errores en sus primeros días. Si algo sale mal, aprenderé de ello y mejoraré. Además, la emoción de estar aquí supera cualquier miedo. ¡Voy a dar lo mejor de mí y disfrutar de la experiencia!.
Carlos, al percatarse de que está hablando solo, siente una oleada de vergüenza recorrerle. Se sonroja ligeramente y se ríe de sí mismo, tratando de disimular la situación. "Bueno, parece que tengo conversaciones interesantes conmigo mismo", murmura, intentando restar importancia al momento incómodo. Sin embargo, la mezcla de emoción y nerviosismo por el próximo día de trabajo le hace apreciar ese breve diálogo consigo mismo como una forma de liberar tensiones.

La oscuridad de tus ojos Where stories live. Discover now