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Nada ni nadie llega a tí por casualidad, todo es parte de la vida, todo tiene un motivo...
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Si las cosas hiban a terminar así... ¡lo hubiese pensado mejor antes que haber aceptado ésto!
— Tú turno —dijo extendiendo su mano a mí.
Mire su mano y luego a ella, acepté sin tener opción continuando de nuevo la lémur con su trabajo. Fui lanzada con ayuda de su cola a una de las naves de la resistencia, mantenía los ojos cerrados tratando de no gritar de lo alto que estaría en ese momento. Al final siendo sujetada por Blaze sintiéndome segura por ella al fin pude abrir los ojos aliviada.
Camine hacia mis compañeros que habían sido lanzados primero por la lémur, ellos insistieron al principio que fuera yo la primera, pero yo insistí más, no quería admitir que me daban miedo las alturas... no tenia recuerdos muy bonitos de mi antigua vida...
— Eso fue... impactante... —expresé aún sintiendo mi corazón latiendo con fuerza.
— ¿Verdad? ¡sentí como si estuviera volando! —expresó con emoción el hurón a lado mío.
En resumen, cuando contactamos con la "resistencia" aceptaron ayudarnos pero qué sería para el día siguiente porque para rescatar un pueblo necesitarían dos naves y que para hacerlo justamente esas naves las estaban ocupando, por ello pasamos ayer la noche en el pueblo de Tangle, obvio que en nuestras propias tiendas de campañas.
— Eww, creo que siento unas intensas ganas de vomitar —susurro la coneja.
Sentí algo de alivio por saber que no era la única que la estaba pasando mál ¿eso me hacía mala persona?
— Si quieres le puedo pedir a Blaze que hable con el piloto —hable bajo para que solo ella me escuchará— así puedes acompañarlo y estar más tranquila viendo el paisaje.
Sus ojos resplandeciéron por mi sugerencia.
— ¿De verdad se puede hacer eso?
— Si, claro ¿quieres o no?
— Por favor —juntó sus manos en forma de súplica.
Asentí para luego caminar junto a la coneja hacia Blaze y contarle la situación. Comprendió y se llevó a la coneja junto a ella a la entrada del navegador. Antes de que desaparecieran de mi vista, la coneja agradeció mostrando un pulgar arriba.
— Laila —gire ver al mapache— ¿yo también puedo ir al frente..? —preguntó avergonzado.
