Capítulo 33

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ANDREIK

China es un país realmente impresionante para los turistas. En el tiempo que he estado aquí, conocí a una nativa llamada Li Chiangmei. Nos conocimos en el bar que maneja su padre el señor Li Jiangsu. Ella se había ofrecido a ser mi guía turística ya que hablaba mi idioma con fluidez aunque yo, intentando hablarle en chino al parecer la ofendí ya que me dió una buena bofetada.

Eso te pasa por venir a este país sin hablar bien o entender la lengua.

La cosa es que la chica y yo nos fuimos conociendo más y más hasta que me enamoré completamente de ella pero no tengo el valor de decírselo o al menos no aún.

Chiangmei tiene un padre sobreprotector que a veces me da un poco de miedo y su madre que parece tan fría y analítica también me da miedo la mayoría de las veces. Digo esto porque conozco a los padres de la chica en persona.

La señora Lixue, madre de la chica, es empresaria y dueña de una cadena de tiendas derivadas de la empresa inicial de la que es CEO desde hace veinte años. El nombre de esta empresa es VESTIX. El padre, Li Jiangsu fue modelo en sus tiempos de juventud.

Actualmente nos encontramos en un templo antiguo de China, creo que es el más antiguo de la ciudad según me explicó la chica.

—Se dice que este templo era frecuentado a menudo por la princesa Feiying que fue acusada de traicionar al rey cuando se casó con él y se convirtió en reina, por esta acusación fue asesinada junto a Jiang: su mejor Guardia Real porque a ambos los acusaron de lo mismo —me explicaba ella mientras me guiaba por el terreno.

En realidad no le estaba prestando atención a lo que me decía ya que estaba muy ocupado mirándola directamente. Su belleza celestial me cautivaba. Era algo mucho más fuerte que yo. Ese impulso de mirarla, amarla, era muchísimo más fuerte que yo. Simplemente no podía luchar contra eso.

—Dicen también que reencarnaron pero Jiang se convirtió en un ser inmortal y vió morir a Feiying en una batalla, asesinada a traición por la reencarnación del rey que la acusó —continuó explicando.

Ella siguió hablándome, sin embargo continué sin prestarle atención ya que no puedo luchar contra mi impulso. La chica se ve tan frágil, tan delicada. Parece que si no la tratas con cuidado se va a romper en pedacitos.

No me di cuenta de que ella me estaba hablando. Me había perdido en mis pensamientos.

—¿Estás escuchándome? —cuestionó.

—La verdad es que no —respondí con sinceridad.

—Te estoy explicando cosas importantes, imbécil —expresó ella.

—Lo sé pero es que no puedo dejar de mirarte. Eres tan hermosa que soy incapaz de pensar con claridad —le dije.

La chica enrojeció.

—Te quiero, Chiangmei.

—Y yo a ti, Andreik.

Nos acercamos hasta quedar muy cerca el uno del otro y nos besamos.

Fue un beso lento, tierno. Apasionado sin necesidad de salvajismo.

SOFÍA

Todos habían aceptado a mi hijo. Estaba feliz por esto. Ya no era necesario mantenerlo en esa casa de acogida. Ahora podría tenerlo a mi lado siempre. Había trasladado sus juguetes a la mansión del Tigre Traumado y el niño se quedaría ahí, en la habitación al lado de la mía.

Pero claro, todo no podía ser perfecto. La pantalla de mi celular se encendió, producto de una notificación. Me estaba bañando. Cuando salí de la ducha, me sequé las manos y agarré el teléfono que se encontraba sobre el lavamanos.

Billonaire [Parte 1]Where stories live. Discover now