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Año 1994
Parecía que el mundo estaba en su contra, cuando derrepente el cielo se nubló, su corazón en ese instante se había hecho pedazos, ella miraba sus zapatos sin creer lo que estaba sucediendo.
Tan solo queria ayudar a ajumma a regar sus flores, y termino percantandose de algo mucho peor. La traición qué nunca antes había sufrido, ni de su propia familia.
─ Solo sucedió. ─ murmuró Se-yeon sin ninguna muestra de que se arrepentía. ─ Los sentimientos cambian, Ja-rim.
Quiso tomar el brazo de ella, pero se alejo aún con la cabeza baja.
─ No me hagas quedar como el malo aquí. Esto no es mi culpa. ─ explicaba él, haciendo enfadar a la chica.
─ ¿Dices que es mi culpa? ─ pregunto levantando la cabeza, y dejo ver sus ojos hinchados por llorar. Ella miro con disgusto a la persona que alguna vez llego a sentir mariposas en su estómago. ─ ¡¿Qué hice yo para que me hicieras esto?! ¡¿Qué hice?!
─ Detente. Haces un escándalo. No es para tanto. ─ el chico miro a su alrededor, viendo que los pocos vecinos que estaban afuera los miraba con rareza, y después volvió a dar la vista hasta ella, que estaba mirándolo con incredulidad por sus palabras. ─ Se terminó, Ja-rim.
Ella apreté los sus manos con rabia, ¿quien era el para decirle esas palabras?
─ ¡Eres un maldito imbecil! ─ tomo la cubeta que estaba en el suelo, y le lanzó el contenido al chico. ─ ¡Bien! ¡No me importa si esto se terminó!
Levantó la cubeta con intenciones de lanzarla hasta el chico, pero se detuvo apretando sus labios de lo furiosa qué estaba, y bajo sus manos dándose una vuelta para querer marcharse de ahí.
─ Ja-rim, lo siento. ─ escucho decir al chico, pero no se detuvo, siguió caminando hasta la casa de Ajumma qué estaba en el marco de la puerta, viéndola con tanta lastima.
Ja-rim se inclino como disculpa por ese escándalo, y dejo la cubeta.
─ Dios santo, si no estuviera tan vieja, golpearía a ese muchacho por ser tan...Olvidalo. Ja-rim entra a casa, y come conmigo. ─ pidió la anciana con una pequeña sonrisa, pero la pelirojiza no se movió, y empezó a llorar. ─ Ay, cariño...─ se acerco a la menor, para abrazarla, y pudiera descargar esas emociones en lágrimas.
Acarició su espalda, dándole consuelo.
....
Año 1995
─ ¡Yah! ¡¿Están dementes?! ─ exclamo con furia Ja-rim, haciendo que toda la gente se quedará callada, y volteara a verla.
Ella miro a Yí-chan al suelo, tras que recibiera un golpe de Eun-gyeol. Y miro que su nariz le salía sangre, apretó sus manos caminado hasta el moreno, qué estaba por correr hacia su padre por ver lo que hizo, pero la acción de Ja-rim sorprendió a todos, golpeó la mejilla de Eun-gyeol con bastante fuerza
