Capítulo 3: Confesión.

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La vida está siendo un desastre últimamente. Prácticamente ya no tengo madre y no puedo dejar de pensar en Jaime.

No me puedo imaginar lo que pasará en el futuro...

Me pongo el pijama y me voy a dormir.

Al llegar al instituto voy directamente a hablar con Laura.

-Hola, Laura. -le digo amablemente.

-Hola, Alex. ¿Qué tal?

-Pues muy mal, la verdad. ¿Por qué le dijiste a tu madre lo mío?

-¿Qué? ¿Cómo lo sabes?

-Nah, me lo dijo mi madre. Más bien, me lo gritó. Me ha echado de casa y ahora me odia.

-Hostia, no pensé que pudiera...

-Exacto: no pensaste. No pensaste que mi madre podría ser así, ¿verdad?

Laura se queda en silencio. Creo que me estoy pasando, pero ya no puedo detenerme.

-Tranquila, no es culpa tuya. Es culpa mía.

-No es culoa tuya, hombre... Si no hubiera dicho nada a mi madre no habría pasado nada.

-Si no te hubiera dicho nada no habría pasado nada. No te preocupes, no estoy enfadado contigo. Sólo estoy... decepcionado.

Le doy la espalda y me voy a clase. Oigo a Laura susurrar: "estúpida".

Definitivamente me he pasado. Haberle gritado habría sido más considerado.

Podría confesarlo todo y ya está, pero no quiero romper lazos... ¿Por qué es tan difícil?

Necesito un tiempo para pensar con claridad.

A finales de octubre acabamos la primera temporada de exámenes. Ya me decidí, y quiero decirle a Jaime que le quiero.

Voy directo hacia él, pero no me atrevo. Paso por su lado.

Y así todos los días. Esto es mucho más dificil que guardar el secreto.

Joder, odio mi vida.

-Mar, Ana.

-¿Si? -dicen al unísono.

-¿Podríais decirle a Jaime que...?

-¡Claro! -dice Mar. -¿Cuándo?

-Cuando yo no esté.

-¿Por?

-No quiero que me golpee... Sé que es tonto...

-No te preocupes, amor. -me anima Ana. Es muy maja.

Espero que, cuando se lo digan, no se lo tome tan mal...

-¡Alex! ¿Me escuchas?

-Joder, que susto. ¿Que pasa, Ana?

Las dos se ríen a carcajadas.

-Te he dicho que si quieres que se lo digamos en la clase de música, hombre.

-Vale, vale.

En clase de música me voy a la biblioteca. Me siento junto a Melani, una chica de cuarto.

-Alex, ¿sabes que Idoia tiene novio?

He oido tanto estos temas que me importan una mierda.

-No jodas, ¿enserio? -finjo sorpresa.

-¡Si! Que guay, ¿no?

-Si, si, claro.

-¿Qué pasa, Alex?

-¿Te acuerdas del chico del que te hablé?

-¿Jaime? Si, claro que me acuerdo. ¿Que pasa con el?

-Ana y Mar están diciéndoselo.

-¿Tan pronto?

-Sip. Estoy muy nervioso de su reacción...

-No creo que te haga nada, tranquilo.

-No estoy preocupado por eso. No quiero que me odie...

-Baah, no te odiará, le das muchas vueltas a todo. ¡Verás como todo sale bien!

Me da un abrazo y espero impaciente la hora.

Suspiro cada dos segundos. Me duele el pecho. Estoy temblando. Nunca me habia sentido tan mal.

Ya es la hora. Me siento con ella en las escaleras de delante de la salida y veo pasar a cada uno.

María y Jaime me miran sin sentimiento alguno. Como si miraran el aire. ¿Eso es bueno?

Mar y Ana me dicen con señas que vaya.

-Alex, ¿te doy la buena o la mala noticia primero? -pregunta Ana.

-La buena...

-La buena es que nos dijo que no pasa nada, que el no es gay y que respeta lo tuyo. No te hará nada.

Eso es mucho mejor de lo que esperaba. Sonrío aliviado.

-¿Y la mala...?

-Alex.... -Mar parece muy preocupada. Me mira con lástima.

-La mala... Como decirlo... Se lo ha contado a los demás.

-Eres el nuevo objetivo del bullying, Alex.

Veo a Andrés pasar por mi lado y me lanza una cara de asco.

Veo a los matones riéndose mientras me observan.

-Corre.

Pequeños detallesHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin