Capitulo 6

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Un sonido irritante sono por toda la habitación, el sonido era agudo y fuerte sabía muy bien que era la alarma qué había puesto en la noche de ayer. También sabía que me arrepentia de haber puesto el despertador a las ocho de la mañana

Sin abrí los ojos, me lleve la frazada a la cabeza cubriendo así todo mi cuerpo, pero eso no bastó, por que la alarma aun seguía sonando y era muy frustrante escucharla a cada segundo, suspire fuertemente, esas ganas de seguir durmiendo vinieron a mi cuerpo como una ola de calor aún así  me senté en el costado de la cama con mi cabello revuelto y mi rostro adormilado, parecía un zombi, extiendo mi mano hacia la mesita de luz aun lado de mi cama, intento apagar el despertador queriendo encontrar el maldito boton.

Sentía mis ojos cansados con ganas de cerrarse con ganas de dormir pero los mantuve a muy duras penas abiertos queriendo aun apagar el maldito despertador qué no paraba de sonar y eso me estaba irritando cada ves más y más, juro que iba a estrellarlo contra la pared de mi cuerpo... Pero aquel despertador se había salvado por el timbre qué se escucho en todo el piso

Me levante de la cama, arrastrando mis pies por el pasillo qué se me hacia eterno aun sabiendo que mi habitación estaba cerca del umbral qué separaba la sala y la cocina con el pasillo de las habitaciones. Había llegado a la puerta, aquel despertador aun seguía sonando, lo había traído conmigo, cerré mis ojos un breve segundo y luego los abrí al sentir ambos sonidos del despertador y el timbre sonar nuevamente. Abri la puerta, entrecerre mis ojos hacia aquel matrimonio qué me miraba con diversión, volví a entrecerrar mis ojos por segundo queriendo saber si era la realidad o un simple sueño ¿Qué hacía Chad y Amelia a estas horas en el piso?... Y con ambos gemelos en un cochesito doble.

Frunci el ceño, estaba seguro que me parecía un viejo cascarrabias al qué habían despertado de su siesta.

—Al fin abres— la voz frustrante de Chad me hizo pasarme una mano por el rostro queriendo despertar de una ves —¿Estabas durmiendo?

Acenti bobamente por el sueño que quería apoderarcer nuevamente de mi, son las ocho de la mañana, debería de estar durmiendo ¿Por que había puesto el despertador? ¿Por que Chad y Amelia estában frente a mi puerta? ¿Y los gemelos qué?.

—¿Venimos en mal momento?—la voz sueve de Amelia, me hizo negar rápidamente aun luchando por no cerrar mis ojos —Dame eso.

Ella extendió su mano hacia mi sacándome el despertador de la mano y gracias al cielo apagando el sonido irritante y molesto de la alarma.

Suelto un bostezo aun así le doy las gracias por salvar mi cabeza de aquel sonido martillante.

—Gracias.

Un silencio se hizo entre nosotros tres ya qué ambos gemelos estaban durmiendo plácidamente en el coche. El pelirrojo enarco una ceja hacia mi

—¿Vas a dejarnos pasar?.—refuño a lo bajo —Venimos en auto... Aun así no quita el hecho de estar cansados—el hace una pausa corta —Casi me muero bajando el coche y los bolsos

—¿Bolsos?—pregunto un poco más despertado —¿Qué bolsos?

Mis ojos fueron hacia Amelia y luego hacia el pelirrojo y así sucesivamente queriendo que me expliquen la situación. Ellos intercambiaron una mirada complice para luego volver a verme con una sonrisa en sus rostros

—Es tu día de suerte, serás el niñero de los gemelos hoy.—dice felizmente Chad —¿Dax aun no trajo a Ada?

Mi boca se abrio con sorpresa, todo el sueño que tenia se había desaparecido al escuchar aquellas palabras ¿Niñero de los gemelos y Ada?. Debía ser broma ¿cierto?

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