53

24K 1.3K 41
                                    

Damon.

Esto lo cambia todo.

Está embarazada.

Y no sabe quién es el jodido padre.

Joder.

Necesito algo de licor. Toda esta mierda está pasando tan rápido...

Temo cerrar los ojos un segundo porque cualquier mierda puede pasar.

Akira.

No pasaron ni dos minutos desde que salió Damon y ya pasó nuevamente Alan.

—Akira. ¿Estás bien?—Pregunta preocupado.

—¿Por qué estaría mal?—Contesto.

—Salió enfurecido. Pensé que te había hecho algo.—Se sienta.—Escuche lo que hablaron.

Es cosa de horas para que Damon descubra que le mentí. Tengo que desaparecer. Si lo hago podré escapar.

Alan parece más fácil de manejar. Al menos él no está obsesionado conmigo.

—Acepto.—Digo.

—¿Qué?—pregunta confundido.

—Acepto irme contigo. Pero tiene que ser ahora. Y no viviré contigo. Si escuchaste lo que dijo Damon. Sabrás que me buscará. Y no puedo estar en el país para cuando sepa que me fui.

Su cara se ilumina de algo parecido a la felicidad o ilusión. No lo sé...

Lo único que se es que tengo que salir de aquí ahora. No me importa irme con Alan. Por mucho que lo odie es mi única salida.

—No te arrepentirás—Toma mis manos y me quejo.—Lo siento... De verdad. Por todo. Pero te juro que haré de todo para compensar lo que he hecho.

Yo solo meneo la cabeza.

Solo espero. Por una vez en mi vida que algo salga bien. Solamente quiero paz.

—Saldremos dentro de poco.—Señala la esquina de la habitación.—Alístate. Tendré todo listo en breve.

—Está bien.

Damon.

Me tambaleo en la entrada del hospital. De la cantina salí directo para acá.

No bebí mucho...

Tal vez sí.

No lo sé.

Joder. Ya no se nada de mi vida.

Lo único que deseo ahora mismo es verla. No me importa si está embarazada o no. O si el hijo es mío o no. Nada más me importa ella.

—Akira.—Me acerco a la recepcionista.—Quiero ver a Akira Genovés.

Digo y la chica empieza a teclear.

—Lo siento señor... No hay registro de ninguna señorita con apodo Genovès.—Dice.

—Ups.—Me río.—Eso aún no pasa.—Niego con la cabeza.—Busca Akira Belinsky.

Ella asiente y vuelve a teclear en el computador.

— Está bien, aquí está.—Habla lentamente —La señorita Belinsky acaba de ser retirada hace unos instantes por el señor Belinsky.

Mi pecho se acelera.

Se ha ido.

Se fue...

Mi celular vibra.

De la nada me siento sobrio de nuevo. Es como si un balde de agua fría me hubiese caído.

—¿Si?—Contesto.

—Señor, La señorita Akira y Alan Se están yendo.—Informa— ¿Quiere que los detenga o los siga?

Cierro los ojos intentando procesar todo.

—No hagas nada.—Digo con pesar—Déjala ir.—Hablo mientras siento como dejo ir un pedazo de mí.

Se lo prometí.

La iba a dejar ser libre.

Ahora lo es.

No importa cuánto me duela... Si no lo hacía ella iba a morir. De una u otra manera encontraría la manera de matarse.

Y sinceramente prefiero tenerla lejos a en un ataúd.

No podría vivir sabiendo que ella ha muerto.

—¿Señor...? ¿Está bien?—Habla la recepcionista y la ignoro.

Me llevo la mano al pecho. Intentando recuperar el aliento. Siento como algo me falta y sé exactamente que es.

Mis piernas flaquean. Pero no me dejó vencer.

Tengo que salir de aquí.

Necesito algo para aliviar este dolor...

Nota: Gracias por leer :))

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora