Cazadores de sombras 7: ciudad de venganza [Pausada]

5- ¿ Amigos de verdad ?

NARRA ELIZABETH :

Eran las 5 de la tarde, aun faltaba un rato para su quedada con Emma y el tal Julian.

Ella no se creía que fuesen novios. Había visto como se miraban, y en sus ojos no había visto romance, había visto un cierto sentimiento de cariño y amistad. Parecían más bien muy amigos, o quizá hermanos.

Elizabeth no sabia si se equivocaba o no al pensar eso, pero si sabia que las miradas no podían mentir.

Una de las únicas cosas a las que le había enseñado Valentine, su padre, era a saber que pensaba la gente de ti o de otra persona, a través de una única mirada.

Su padre no le había enseñado muchas cosas más, a si que se acordaba perfectamente de las pocas cosas que le dijo.

Elizabeth no sabia que más hacer con su tiempo. Ya había ordenado tres veces la habitación. Se dispuso a ordenarla por cuarta vez, cuando vió el paquete de las cartas de Jonathan.

Era el momento idóneo para abrir la segunda carta.

" Querida Elizabeth :

Me acuerdo de que cuando éramos más pequeños, te solía llamar Eli. En las siguientes cartas te voy a llamar así. Me gustaba Eli, me parecía un bonito apodo.

Hace tiempo, cuando estuve con padre en Idris, ví la casa solariega de padre, en la que crecimos, y me acordé de ti. Recuerdo que cuando Valentine estaba en algún viaje, tu y yo solíamos salir de la casa y dar largos paseos por el bosque de Brocelyn. A mi me gustaban mucho esos paseos. Me ayudaban a relajarme y a dejar la vida cotidiana.

Pero a lo que iba con estas cartas, tendrás que preparar tu venganza, ¿ no ? Te voy a ayudar con una cosa. Durante mi ataque a los cazadores de sombras conseguí un ejército totalmente fiel a mi. Eran los oscurecidos. Aun mi ejercito sigue en pie, pero al no estar yo, no tienen órdenes que cumplir y no pueden hacer nada. Conviértelos en tu ejercito. Cuando puedas, ve al cruce de la calle treinta con la cuarenta y tres. Allí verás un garaje. En el garaje descansa mi ejercito. Gracias a la copa infernal se han mantenido bien con el paso del tiempo. Encontrarás una llave en este paquete, es la llave del garaje.

Cuando lo hayas hecho, lee la carta número 3, y continua con nuestro plan, nuestro plan de venganza.

Tuyo, como siempre me llamabas, Sebastian. "

Esa era la carta número 2.

"Estaría bien tener un ejército", pensó Elizabeth.

Terminó de prepararse para esa tarde, salió del hotel y se dirigió hacia donde había quedado con Emma y con Julian.

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NARRA JULIAN:

Emma y Julian ya esperando a Elizabeth en el gran parque que era Central Park. No tuvieron que esperarla demasiado, en seguida dislumbraron la pequeña cabecita rubia de Elizabeth acercándose a ellos.

- Hola, Eli. - le saludó Emma.

- ¿ Eli ? - preguntó Elizabeth un poco intrigada. ¿ Aquella mundana le había llamado como su hermano ?

- Eli, si, es un apodo. - explicó Emma al ver la cara de la otra chica, pensó que a lo mejor no le gustaba que le pusieran un apodo, a si que quiso confirmarlo. - ¿ Te puedo llamar así, no ?

- Claro, es solo que... Nunca he tenido un apodo. - mintió Elizabeth.

- Bien, ¿ nos vamos ? - interrumpió Julian.