43 - Galaxias.

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Pasado.

Miércoles 14, Noviembre 2018.
< 16:30 >

Me adentro al salon notando todas los invitados que llenan el lugar, ocupo un asiento vacío entre varias personas donde la luz casi no llega y más pronto que tarde me estoy arrepintiendo de la decisión que tomé.
Odio estos lugares, odio a las personas que asisten, odio la situación, odio mis sentimientos y odio haber aceptado venir.
Mierda, realmente odio esto.

La única razón por la que estoy aquí es Hanna, necesito verla una última vez antes de subirme a ese maldito avión. Necesito corroborar con mis propios ojos que se encuentra bien, de otra manera no creo ser lo suficientemente fuerte para irme a otro continente. 

Las luces del lugar se apagan, comienzan a parpadear mientras la música resuena y escucho las exclamaciones de sorpresa ante los efectos especiales. Unos quince minutos después las chicas comienzan a desfilar, a juzgar por sus atuendos la temática es blanco y negro.
No es hasta pasada la media hora que una modelo llama mi atención, su caminata es como la de una reina dispuesta a pisar a cualquiera que se interponga en su camino. Su rostro, por otro lado, carga una mueca de indiferencia y el maquillaje aporta a su belleza pero sé que es solo la superficie.
Su mirada carece de brillo o alguna emoción feliz, lucen cansados y casi rendidos lo cual hace que mi estómago se sienta vacío e inexistente. A juzgar por los videos de sus amigos, apenas tiene tiempo de descansar por asistir a tantas fiestas y creo que incluso su promedio ha bajado un poco. 

Cuando se detiene al final de la pasarela hace unas poses y entonces soy consciente de su vestido negro con pequeñas formas de piedras blancas, en un principio no comprendo que son pero entonces una de estas llama mi atención cortandome la respiración.
Su vestido tiene pequeñas formas de galaxias que pasan desapercibidas de una manera que luce elegante. ¿Qué mierda?

Sus ojos se posan en mí por una fracción de segundo haciendo que me tiemble el cuerpo y mi cerebro se sienta algo mareado, ella gira hacia la dirección contraria y aprovecho eso como mi salida. Venir fue una muy mala idea.
Mis piernas parecen gelatina. Me pongo de pie caminando lo más rápido que puedo hasta detenerme a un lado de la puerta, Hanna ahora da un repaso a donde me encontraba antes pero al no verme solo suelta un suspiro y regresa caminando con gracia. Su trabajo es limpio, delicado, lo que me hace cuestionarme el motivo de por qué no acepté venir antes.

Abro la puerta y doy el primer paso hacia afuera cuando noto que alguien viene llegando tarde, rio por lo bajo cuando me nota ya que la confusión está escrita en su rostro.

— ¡Alex! —dice Cas, sonrío levemente cuando la veo acercarse a pasos rápidos— no sabía que vendrías.

— Si… es que compré mi entrada hace mucho tiempo y no quería desperdiciar el lugar —explico, asiente con la cabeza pero por su expresión comprendo que no creyó mi terrible mentira.

— ¿Entonces vas a asistir a la fiesta que hay luego? —inquiere, niego con la cabeza y me balanceo sobre mis pies ante la ansiedad.

— No, tengo que volver a casa porque debo terminar de armar mi maleta…

— Oh si. Hanna dijo algo sobre eso… Te vamos a extrañar mucho—aclaro mi garganta y de mí bolsillo saco cincuenta dólares los cuales se los entrego.

— Tu regalo porque aprobaste matemáticas —explico mientras me da un abrazo de muerte el cual le regreso— También voy a extrañarlas, Cas.

— ¿Aún podré llamarte si necesito algo? —inquiere en un murmullo y rio por lo bajo pero asiento con la cabeza.

— Siempre que me necesites, solo estoy a una llamada de distancia —respondo, dejo una caricia en su espalda y luego ella se separa dando tres pasos lejos.

CasiopeaWhere stories live. Discover now