Capítulo 2: LA NUEVA NORMALIDAD

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—¡Benny, ayúdame! ¡Me tienen rodeado!

La voz de su hermano se escuchaba al otro extremo del pasillo oscuro y destellante. Solo quedaba él, oculto tras la esquina y asomando la mirada de vez en cuando tratando de maquinar un plan y salvar la situación. Valeria y Allison ya estaban muertas, Luis y Jan no habían conseguido entrar y Danny estaba capturado por el enemigo; quizá en este segundo ya lo habían matado.

Benny sudaba a chorros, el arma se le resbalaba de las manos; una sensación común que tenía siempre al enfrentar a un criminal en las calles de Lima. No debía perder la compostura. Tenía que ganar, por él y por sus amigos caídos.

—Danny, ¿dónde estás? —gritó el chico desde su posición, deseando con ansias que sus temores no se hicieran realidad.

—¡Aquí!

—No sé cómo llegar —exclamó Benny.

—Sé que lo conseguirás. Sé que puedes hacerlo. Eres el héroe de la ciudad.

Las palabras de su hermano lo habían motivado. Dio una enorme bocanada de aire, apretó el agarre de su arma con seguridad y salió corriendo hacia el pasillo. Soltó un grito como de esos en las películas, cuando el personaje dará su último sacrificio hacia la causa. De pronto, unas balas impactaron en su cuerpo y Benny se detuvo, enojado y sorprendido por la destreza de sus rivales con las armas.

—¡Mierda! —soltó un gruñido.

Frente a él estaban tres niños apuntándole con sus armas de pintura, cubiertos con una armadura de cuero, casos y unos lentes que se asemejaban a los que usaban los carpinteros. Ellos se estaban riendo, mientras Danny se encontraba tirado en el suelo en la pared, cubierto por tres manchas verdes en su pecho.

—Te dieron.

—Sí, lo sé —suspiró Benny.

Entonces Valeria y Allison se acercaron trotando.

—¿Qué? ¿Ya los mataron? —preguntó Allison, con un tono inocente y sorprendido.

—Son mejores que nosotros —renegó Benny, dándose un vistazo al traje y notando las manchas en su pecho iguales a las de su hermano—. Desde temprano ya desarrollan una mente malvada.

—La siguiente les ganaremos—dijo Danny mientras se levantaba con esfuerzo.

Entonces resonó un zumbido agudo y ensordecedor.

—Se les notifica a los jugadores que despejen la zona de juego para que ingrese el siguiente grupo —La voz del megáfono sonaba femenina y entusiasmada.

—Perdedores —rió uno de los niños.

—Ancianos —dijo otro.

Valeria entrecerró los ojos y soltó un gruñido.

—Vámonos —suspiró Benny y le dio unas palmaditas a Valeria para hacerle reaccionar; y luego se fue con su hermano.

—Si hubiera podido usar mi velocidad, les hubiéramos ganado.

—Sí —asintió Allison con una sonrisa maliciosa.

De pronto, Allison cambió repentinamente. Sus ojos se volvieron rojos y brillantes, y sus colmillos emergieron de entre sus labios, emitiendo un poderoso rugido. Los niños gritaron del susto y salieron corriendo.

—Allie —gruñó Valeria con los brazos cruzados.

Allison reaccionó con una risa tímida.

—Aún tiene que aprender a controlarte —dijo Valeria mientras la tomaba del hombro y la empujaba ligeramente hacia la salida.

BENNY WILLIAMS: EL REINO DE LA NOCHEWhere stories live. Discover now