Capitulo 10

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Durante el receso Taehyung se aisló buscando reposo en el jardín trasero, allí entre la nieve y los arboles, donde encontraría buenas tomas para su cámara. Sus manos acariciaban la cámara a través de los guantes, con nostalgia, llenando el vacío de su corazón con las sensaciones, con el paisaje frio mientras sus zapatos crujían sobre la nieve.

Se detuvo frente a un solitario arbusto, entre sus ramas desnudas sobresalían un par de hojas amarillentas cubiertas por una delicada capa de nieve, fragmentos tan pequeños como la sal, brillando bajo el sol como diminutos diamantes.

Taehyung relamió sus los labios acercándose la cámara al rostro, miró a través de la lente las pequeñas hojas ser bañadas por un rayo de Sol y capturó la imagen que enviaría a su padre, esperando que esta confortara su corazón y que a la vez le recordara que lo tenía para apoyarlo en las dificultades.

Su padre rara vez se comunicaba cuando estaba trabajando, a veces enviaba mensajes de buenas noches o buenos días. Decía preferirlo de esa manera para no extrañarlo demasiado. Incluso había recomendado a Taehyung hacer lo mismo, pero no era tan fuerte como su padre. El tiempo sin él seguía siendo igual de triste, no importa cuántos años pasasen.

Era un buen padre, no podía quejarse. Decidió darlo todo por su hijo a pesar de cuanto echaba de menos a su esposa.

Los recuerdos de su madre eran cada vez más difusos, pero Taehyung recordaba su olor, como de arándanos; y sus manos vistiéndolo, acariciándolo cuando se enfermaba.

No tenía amigos con quien desahogar la opresión que sentía en el pecho; Yoongi aún estaba de licencia, era tan poco entusiasta cuando Taehyung lo llamaba que parecía molesto. Y aunque sabía que no, que era la forma de ser de Yoongi, no dejaba de ser desalentador en estos momentos.

Sin Jungkook y Jimin  se sentía muy solo, era irónico, aun rodeado de tantas personas, todo se había detenido porque no estaban. Ellos eran su lucero cuando la triste noche susurraba, ahora se sentía perdido, en oscuridad, hambriento de un abrazo, de palabras dulces con su nombre en ellas.

Su deseo de estar con él era simplemente doloroso, sin su hombro para llorar se marchitaba por dentro, pero Jungkook... Sus ojos se aguaron de solo recordar las palabras de Jungkook. Cerró los ojos abrazando la cámara con una mano, con la otra restregaba sus lágrimas.

¿Por qué le costaba tanto controlar sus emociones?

Tal vez él tenía razón y se había convertido en alguien patético.

Abrió los ojos y vio a Jimin parado a unos pasos de él, se dio vuelta y empezó a alejarse. – ¡Taehyung, espera! – Apresuró los pasos casi corriendo, pero Jimin lo atrapó aferrándose a su espalda. – Te extraño, por favor. – confesó pegando su mejilla a la espalda se Taehyung.

Taehyung bajó la cabeza, las manos de Jimin se cerraban en su pecho, manos hermosas como siempre. Quiso tocarlas y apretarlas con cuidado, pero por su bien se negó a ello. –También te extraño, Jiminie. –

– ¡Entonces vol- –

–No. – Taehyung apretó los labios evitando que temblaran. – Mientras este a tu lado no podré deshacerme de lo que siento por ti. – Confesó con los ojos y las mejillas rojas. – Por eso... por eso no puedo estar cerca de ti. Cuando te haya olvidado, hyung. – Taehyung se desenredó de sus brazos y se alejó a paso lento. –Por favor, hyung, déjame solo, para olvidarte. Cuando sienta que ya no te amo, vendré a buscarte. –

Jimin se quedó con las manos vacías, viendo con tristeza como su amigo se alejaba. No quería dejarlo, pero no podía ser egoísta y aunque doliera entendía. Taehyung necesitaba tiempo para deshacerse del amor que decía sentir por él.

Amigo, date Cuenta (Taekook/Vkook) MpregOnde histórias criam vida. Descubra agora