Tequila shot

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El teléfono de la mesa de noche sonó a las cinco de la mañana, según lo había programado en la recepción del hotel la noche anterior, como medida adicional en caso de que sucediera lo mismo que el día que tenía que tomar el vuelo hacia Konoha, aunque ella estaba despierta desde media hora antes. Acababa de peinarse cuando colgó con el recepcionista, que le confirmó que el restaurante de la planta baja estaba en servicio.

Ordenó algo anticipadamente. Le tomaría solo unos minutos asegurar que en su bolsa estaba todo lo que necesitaría para la entrevista. Miró la hora, y tras pensarlo un poco, decidió llamar a Sasuke.

—¿Ya es hora? —le preguntó al otro lado de la línea.

—Aún no, solo quería confirmarte que no me quedé dormida.

Sasuke resopló, aunque ella creyó escuchar a la vez un tipo de risa sarcástica, que era lo más a lo que podía aspirar a lograr en ese tipo de expresiones.

—¿Estás nerviosa? —le preguntó.

—Un poco, sí. Pero no por la entrevista en sí, sino por cómo llegaré a ella.

—¿A qué te refieres?

—¿Te conté cómo le fue a Ino? No sé qué pasó con tu hermano. Traté de coincidir con él en algún momento para sacarle una conversación casual, pero no tuve suerte.

—Algo me dijiste, de que Kakashi Hatake llegó tarde.

—En realidad no llegó. Se lo encontró por casualidad. No tenía intención de hacer esa entrevista ¿no es raro? Es decir, para ser un evento tan importante, el jefe de seguridad parece no tomarlo muy en serio.

—He estado considerando la posibilidad de que las licitaciones son una farsa y ya hay un elegido.

—¿Influencias y nepotismo? Que feo.

—Probablemente se inclinen hacia una empresa de Konoha.

—¿ANBU o NE? Ino es de ANBU, no debieron haberle hecho eso si es la elegida, así que...

—Has cuidado el flanco equivocado, debiste quedarte con ese tal Sai Shimura.

—¿Quedarme? Amor, lo de Ino se dio de forma casual.

—Aún no es tarde. Si lo seduces esta noche podrías robar su planificación, si es que tiene alguna.

Karin profirió una risa que más parecía un resoplido, muy similar a lo que hacía Sasuke cuando no sabía cómo reaccionar a una broma.

—Todo saldrá bien —dijo, poniéndose el perfume.

—Karin —insistió Sasuke con toda seriedad —, esta es la única cosa que realmente quiero en toda mi vida. No lo arruines.

—Vamos Sasuke —repuso, usando sin darse cuenta, su nombre en lugar de algún mote afectivo —, sabes que somos una empresa emergente. Desde el momento en que te ayudé a hacer la planificación, consideramos la posibilidad de que fuésemos solo una de las compañías de apoyo.

En términos de realidad, Karin siempre había mantenido los pies en la tierra, con todo y que le gustaba decir que tendrían el contrato, que en un año tendrían sedes en distintos países y conquistarían el mundo.

Su trabajo era, básicamente, siempre imaginar el peor escenario posible.

—Te lo dije —repitió ante el silencio prolongado al otro lado de la línea.

—Déjate de tonterías.

—Sasuke...

—Solo no te conviertas en un estorbo, ¿sí?

Perdona si mi amor te incomodaWhere stories live. Discover now