—Yo no te amo—mormuro mirandola fijamente —Y a ti te duele aceptarlo

—Aun estas confundido—espeta con el ceño fruncido —Con el tiempo entenderás que siempre fui yo, soy yo la mujer de tu...

—No—la corte con seriedad —Tu no eres eso—susurro

—En algún momento lo seré—dice con firmeza en sus palabras —Te prometo que seremos felices

—Delia—le advierto que no siga, ella aun así sigue hablando.

—Nos casaremos, seré tu esposa y tendremos hijos—hablo con rapides con sus ojos cristalizandoce —Pero no sucedara porque...

—Porque no te amo—complete por ella.

—Porque aun seguís pensando en la idiota de tu novia muerta—escupió con molestia —Esta muerta hace cuatro años

Aprete mis labios molesto y mis manos se cerraron en un puño con enojo, la mire con bronca

—No hables de ella—le suelto fríamente —No quiero ni que pienses en ella ¿Has entendido?

Ella sonrio con maldad y con algo de dolor.

—Se cumple casi un año de que cogemos

Desvie mi mirada de ella con una sonrisa amarga en mis labios, volví a verla, ella clavaba sus ojos en mi como estacas.

—Eso no significa que somos algo

—¿Sabes como me siento cuando hablas de ella?

—Yo nunca hable de ella contigo—contrataco.

—Lo hiciste—susurro —Cada que venias borracho me hablabas de ellas y ayer hiciste lo mismo.—sonrio con tristeza —¿Porque no puedes olvidarla?...yo puedo hacerte feliz

Trague saliva, negué con la cabeza

—No puedes hacerme feliz

—Puedo hacerlo, es que tu no me das la oportunidad.

—Alguien que sigue aún enamorado de otra persona no puede darce la chance de amar nuevamente.

—Noah

—No—la corte —No volvera a pasar, no quiero ser uno de esos de hombres

—¿Qué tipos de hombres?—pregunto en un susurro —Tu no eres como ellos

—No quiero ser el hombre que esta con una mujer para olvidarce de otra.

Ella se quedó en silencio, con su mirada puesta en mi sin desviarla, ella nunca quitaría sus ojos de mi rostro, cada discusión, conversación o platica ella no la quitaba.

—Yo te amo.—soltó en un hilo de voz

—No puedo hacerte feliz—volví a decir.

—Desde que empezaste a trabajar en la empresa me sentí atraída por ti

La mire con sorpresa ante su confesión, me removí en mi lugar quitando ese remolino de mi cabeza.

—En ese entonces estaba en pareja

—Ya no estas en pareja—reitera

—Delia, para, no quiero lastimarte, eres una buena mujer, pero no eres la mujer de mi vida.

Ella no dijo más, yo tampoco lo hice, solamente salí de esa habitación sin volver a mirarla, esperaba muy dentro qué entendíera qué no podía amarla, no sentia ningún sentimiento hacia ella, no la veía como amistad no la veía como nada en mi vida, era una desconocida. Una desconocida en donde decidí meterme en su cama cada que recordaba lo vivido de hace cuatro años atrás. Alguien que, lastimosamente lastimó, Delia es buena persona, admito que es bonita muy impulsiva, muy audaz, muy inteligente, es el tipo de mujer que quisiera cualquier hombre en su vida pero yo no la quiero, nunca lo haría.

El Último Suspiro Where stories live. Discover now