—¡Madre! —dijo Annabeth sorprendida de verla parada delante de ella, a escaso metro

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—¡Madre! —dijo Annabeth sorprendida de verla parada delante de ella, a escaso metro

—¿Te encuentras bien, hija? —dijo Atenea

—¡Si! —Annabeth se apresuró a levantarse, se sacudió la ropa rápidamente, pero su rostro tenía más color que la bandera de la nación del fuego

El humo casi desaparecía, los tronos no recibieron daño de la increíble descarga eléctrica, pero si había sacudido a esos enormes seres sentados en ellos. Uno de ellos tenía el rostro repleto de jugo de uva, otro de ellos tiró cientos de tornillo al suelo y la última se encontraba con el rostro lleno de un polvo blanco mientras que sus ojos mostraban un delineado mal hecho. Y aquí entre nosotros, la mujer era la persona más hermosa que había visto en toda mi vida.

En el centro de la sala un zumbido se comenzó a percibir, provenía de la mano de Zeus el cual sostenía otro relámpago y permanecía en posición de batalla concentrado en la posición en la que se encontraba Poseidón, como si estuviera listo para un contraataque.

—Hermano!... Zeus, sabes que soy un hombre muy paciente, pero lo que acabas de hacer no lo puedo pasar por alto —el humo desapareció en su totalidad, Poseidón sostiene un tridente, el cual, de alguna forma, había atrapado el relámpago con la punta y este permanecía ahí—

 Zeus, sabes que soy un hombre muy paciente, pero lo que acabas de hacer no lo puedo pasar por alto —el humo desapareció en su totalidad, Poseidón sostiene un tridente, el cual, de alguna forma, había atrapado el relámpago con la punta y este perm...

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—Sabes perfectamente del riesgo en el que el Olimpo se encuentra en estos momentos, Kronos es nuestro enemigo y está convocando a sus Titanes y aún así, ¡no mencionas el hecho de que existe un héroe con tu linaje! —dijo Zeus

—El primero en romper el juramento fuiste tú, no me vengas con esa hipocresía hermano -dijo Poseidón mientras apuntaba su tridente a Zeus, aún con un sueño más extraño puedo entender que le regresará su relámpago, pero no de la forma que a Zeus le agrade

—¡ES SUFICIENTE! —dijeron Artemisa y Atenea al unísono

—Basta de estupideces, el Olimpo está en riesgo y ustedes pelean, pero qué actitud tan infantil están mostrando, no les da vergüenza comportarse así ante los héroes que salvaron el Olimpo. Mi señor Zeus, su hija está presente y creo que no tengo que mencionar que ella es producto de la ruptura de su juramento. Y señor Poseidón, enfrentar de esa manera y desafiar a nuestro señor Zeus de esa manera, ¿En qué estaba pensando?— dijo la pelirroja

Un héroe entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora