153 ✔

67 9 0
                                    

Familia Spherom.

Aquí había una persona cuyo paradero era tan importante como la Torre Mágica.

"Entonces, hijos".

Una cena acogedora.

El duque de Spherom y el cabeza de familia, Simón, regañó a sus hijos con expresión urgente.

"¿Has venido a ver a la señorita Areline?"

Noel y Ciel asintieron al mismo tiempo.

"¡Así es!"

"¡Por supuesto que lo vi!"

"Oooh".

Los ojos del duque Spherom, llenos de esperanza, brillaron.

¡Incluso la caca de perro puede ser útil y hay ocasiones en las que nuestros hijos dorados pueden lograr algo!

"Entonces, ¡¿por supuesto que hablamos de ese auto o algo así?!"

Ciel y Noel se miraron en respuesta a la pregunta esperanzadora del Duque Spherom.

"Ah."

"Me olvidé."

"..."

La expresión del Duque Spherom se endureció en un instante.

"Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que vi a Arel que lo olvidé".

"Me alegré mucho de verte".

El duque Spherom estaba frustrado, incapaz de reprimir sus emociones.

Pues bien, ¿para qué sirve la caca de perro?

"¡No, bastardos! ¡¿Cómo pudiste olvidar eso?! ¿Sabías que sería un negocio rentable valorado en millones de oro? ¡Dicen que pusieron patas arriba una exposición empresarial! Si se trata de un asunto comercial como ese, deberías resolverlo antes de que tu papá te lo diga, ¿eh? ¡¿El dinero no corre en tu sangre?!"

"Si tienes dinero en la sangre, mueres, papá".

"¿Cómo puede la sangre humana generar dinero? Es aterrador."

Los gemelos fingían estar asustados y hacían ruidos fuertes.

"Ah. Yo he engendrado a estos como hijos míos".

"Papá, papá no me dio a luz".

"Así es, tú fuiste quien nos dio a luz".

"Oh, ya está hecho. Bastardos de oro, por favor, crezcan sanos".

Los gemelos asintieron y se metieron en la boca el filete de lomo de cerdo al vacío que les sirvieron para la cena.

El duque Spherom suspiró impotente mientras observaba a los gemelos comer como pajaritos.

Cuando el Duque Spherom escuchó por primera vez la noticia de que los gemelos habían ido a Halbern con Su Alteza Real el Príncipe Heredero, pensó que iba a suceder.

Aunque sean mis hijos, ¿quién va a detener a estos tipos que se llaman diablitos?

Sin embargo, con el temperamento duro de Mehen y la naturaleza impredecible de Valere, mis hijos...

Aunque estaba muy nervioso y pensé que no sería extraño que algo sucediera en algún momento.

'¿Por qué no he oído nada?'

Por extraño que parezca, el Archiducado de Halbern estaba tranquilo.

'¿Qué? ¿Lo miraste simplemente porque era algo que hacían los niños? ¿O es porque está involucrado con el príncipe heredero? '¿Por qué estos tipos rechazan mi solicitud de visitarme de inmediato?'

El protagonista está obsesionado con mi salud. PARTE 1Where stories live. Discover now