El protagonista está obsesionado con mi salud. PARTE 1

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"¿Cómo es?"

El médico que me estaba examinando asintió como si estuviera satisfecho.

"Se encuentra mucho mejor. El latido del corazón es normal, el pulso es normal y la respuesta de potencia es normal".

"Gracias a dios."

Mehen se sintió aliviado.

"Tenemos que esperar y ver, pero se trata de una mejora sorprendente. ¿Qué método usaste?"

Pregunta el médico tratante en tono sorprendente.

Mehen se rió amargamente.

Una vez que Areline comenzó a tener convulsiones, colapsó durante al menos una semana y no recuperó el conocimiento, sin embargo, si se recuperó a la normalidad después de sólo tres o cuatro días, era correcto darse prisa.

"No hice nada en particular, pero..."

Lo único que cambió fue que Mehen estar a su lado.

¿Habría hecho tanta diferencia?

"Parece muy estable psicológicamente. Siempre se sintió un poco inestable".

"Gracias a dios."

"Ahora sería una buena idea comer una comida normal y realizar actividades ligeras".

"Está bien."

"Pero."

Una sombra apareció en el rostro del doctor.

"¿Pero?"

"Parece que a medida que pasa el tiempo, el cuerpo de la princesa se vuelve cada vez más débil".

Mehen se mordió el labio.

"Si esto continúa así..."

"Detente." 

"L-lo siento".

"No, el médico no tiene nada de qué arrepentirse".

Cuando me diagnosticaron por primera vez, me dijeron que no viviría más de 5 años. ¿Pero qué pasa ahora? La edad actual de Areline es 6 años.

No es extraño que en algún momento colapses y tu salud se deteriore. Mehen también sabía eso.

"Es por eso que estaba tratando desesperadamente de contactar a mi maldito maestro para que viniera".

Fue simplemente porque pensé que deberíamos encontrarnos mientras todavía pudiéramos hablar y movernos.

Me pregunto si eso tiene algún significado ahora.

"Espero que prestes más atención a tu salud".

"¡Oh, sí! Está bien."

El médico se alejó y Mehen se acercó a Areline. Sus mejillas regordetas, como si hubieran estado demacradas durante algún tiempo, de repente recuperaron su color y se pusieron rojas. Eso, sorprendentemente, hizo que Mehen se sintiera más generosa.

"¿Por qué?"

Mehen sonrió ante la pregunta de Areline.

"Puedes comer lo que quieras para cenar esta noche".

"Gracias a Dios."

Areline se rió.

Al mirar esa sonrisa, también pensé en Mehen.

Me alegro que no sea demasiado tarde.

¿Cómo habría sido si hubiera dejado de lado este sentimiento al que estaba apegado sin poder hacer nada y este sentimiento que estaba apegado a mí sin poder entenderlo?