° Especial ° ¡Feliz cumpleaños, Aidan!

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17 de enero...

Aidan

—¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz! ¡Que los cumplas, que los cumplas, que los cumplas feliz! —es lo primero que oigo al bajar las escaleras.

—¡Feliz cumpleaños, Rufus! —exclama mamá, viniendo con mi hermano a abrazarme.

—¡Feliz cumpleaños, Dan!

Mamá me rodea con sus brazos aplicando un poco de fuerza que me dejó sin aire, agreguemosle que Sam me está abrazando del torso, igual poniendo fuerza.

—No puede ser que mi bebé mayor ya tenga veinte años —mamá se aleja, acunando mi rostro entre sus manos y apretando mis mejillas—, ¡Deja de crecer, Aidan Manuel! —me reclama antes de volver a abrazarme.

Recibí gustoso el afecto de mi familia.

Cuando mamá se alejó, mi hermano seguía abrazándome como una pereza el torso, tenía la mejilla muy pegada a mi estómago y los ojos cerrados con fuerza.

—Oye, Nano, ¿Qué pasa? —le pregunto, obligándolo a soltarme, es como si yo estuviera a punto de ir a la guerra y él se negaba a dejarme marchar.

—¡Tienes veinte! —recalca lo evidente—, deja de crecer y dejarme atrás.

Me reí, desordenado su cabello que parecía querer ir por el mismo camino que el mío.

—Oye, eso está difícil con diez años de diferencia.

—Solo no te pongas amargado como el abuelo y estaré bien.

Mamá y yo compartimos una mirada divertida, le volví a revolver el pelo a Sam, alzandolo de sorpresa unos segundos del suelo antes de que su peso pudiera más que yo. Ese niño de la noche a la mañana había empezado a pesar una tonelada.

—¿Qué tal si vienes a tomar tu desayuno sorpresa, Aidan?

—Me gusta como suena eso.

El desayuno sorpresa es algo que siempre está presente en los cumpleaños de esta familia, mamá prepara tu comida favorita al igual que tu postre de preferencia. Es la magia de los cumpleaños en esta casa.

Mi hermano y yo nos sentamos juntos en la mesa a comer, nuestra madre se nos unió poco después.

—¿Y qué haremos? —cuestiona Sam, mirándonos mientras mastica.

—Ah, no mucho —respondí, no tenía grandes planes para este cumpleaños, quería pasarlo con mi familia esta última semana de vacaciones antes de volver a la universidad—, pastel, películas y snacks.

—¿Y... y ya?

Veo a Sam, parece confundido.

—Pues sí, Nano.

—¿No vas a hacer algo extravagante para tu cumpleaños? ¡Eres Aidan! Nunca dejas pasar tu cumpleaños bajo la mesa.

Reí pensando en mi cumpleaños de hace un año, aún me pregunto cómo es que esa vaca terminó en nuestro patio. También quería seguir pensando en qué Lucky no violentó mi pierna mientras dormía.

—Este año solo quiero algo tranquilo, Sam —doy un bocado a mi comida, encogiendo los hombros—, podemos salir si quieres.

Tiene los labios en un puchero inconforme y las cejas castañas pelirojas fruncidas, como si nada de esto le pareciera suficiente.

—Sí, bueno, no estaría mal. Quisiera invitarte a comer.

—¿Y el pequeño Sam con qué dinero me va a invitar a comer?

Solo Me Importas Tú [Loved #2] ✅Where stories live. Discover now