⋆⁶ - Trabajo

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No, no puede dormir. Otro lunes a la madrugada que queda mirando al techo.

No sabe nada del rubio. ¿Cómo estará? ¿Por qué no hay noticias? ¿Es que ese tal BangChan elimina todas las pruebas digitales?

¿O es que han aprendido a ser discretos?

Lo echa tanto de menos. Se siente solo. Nada más a su lado se siente mejor. Es como un abrazo a su roto corazón. Una tirita en las grietas que él no ha creado nunca.

Tal vez no es lo más sano pensar en él así por sus actos atroces y asesinatos, pero él va más allá de asesinar. Él es... indescriptiblemente cómodo.

Sube el brazo y lo pasa por detrás su cuello. Mira al techo y suspira, con su rostro en la mente y una lágrima derramándose.

Escucha la puerta de la entrada abrirse. Debe ser Jisung, él suele salir por la noche a la tienda de conveniencia para comer algún ramyeon. Él no es de cenar, y luego le da hambre en la madrugada.

Abraza a su almohada y cierra los ojos. Caen unas pocas gotas amargas de ellos.

Está solo. Solo en esta noche, como en todas. Solo con las estrellas. Con su impresencia.

Toca su cuello y rasca. Recuerda la vez pasada, como sus cuerpos chocaban y sus dientes estaban clavados en esa zona. Cómo su sangre era chupada y le dejaba una sensación satisfactoria en el cuerpo, un mar de cosquillas y nervios.

Lo echa de menos.

Se limpia las mejillas cuando escucha toques en su puerta. Se levanta cansado y va a abrir.

Se frota los ojos, con alguien que no está distinguiendo bien delante suyo. Es Jisung, lo sabe, pero tiene la vista borrosa.

-Eh, mejor amigo.- mira esas largas uñas de sus dedos siendo chaqueados delante de su cara.

¿Eh...?

-¿Cómo... cómo has entrado?- puede divisar entre la oscuridad sus colmillos brillantes por esa sonrisa.

Lo ve pasando a su habitación y sentándose en el borde de la cama. ¿Está alucinando?

Cierra la puerta, enciende la luz de la lámpara de su escritorio y va a su lado.

-¿Quieres realmente saber cómo he entrado? No lo creo, bonito.- él asiente.

-Dímelo, o te puedo denunciar.- el rubio suspira.

-Con un plástico de libreta.- él frunce el ceño. El pecoso asiente.
-Lo pasas por el hueco, miras donde está el pestillo, lo sacas, lo metes por el pestillo y haces fuerza. Tu puerta se abre fácilmente.- acaba tocándole la punta de la nariz en un pequeño toque. Hyunjin se frota la frente.

-Madre mía... Haberme avisado que venías. Además, son las doce de la noche.- él se encoge de hombros.

-Echaba de menos a mi amigo... ¿No me echabas de menos tú a mí?- pronuncia con esa ronca voz, acercándose a su rostro. El siente sus mejillas picar y lo aleja por el pecho.

-No.- dice algo nervioso.

-¿Estás seguro...? No lo pareces.- sus colmillos empiezan a alargarse.

𝙈𝙧. 𝙑𝙖𝙢𝙥𝙞𝙧𝙚.  - 𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏/𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙 -Where stories live. Discover now