—Vengan aquí— ordenó Dumbledore mirando a los chicos—. Y rápido, antes que alguien más se nos una. Todos se reunieron alrededor del escritorio de Dumbledore. —¿Todos han usado un Traslador antes?— preguntó Dumbledore, y ellos asintieron, cada uno arreglándoselas para tocar alguna parte del caldero ennegrecido—. Bien. A la cuenta de tres...uno...dos... 

Sucedió en una fracción de segundo: Blair sintió una poderosa sacudida detrás de su ombligo, el suelo desapareció bajo sus pies, su mano estaba pegada al caldero; chocaba contra los otros mientras todos iban velozmente dentro de un remolino de colores y una corriente de viento, el caldero tiraba de ellos hacia adelante... hasta que sus pies tocaron el piso con tal fuerza que sus rodillas se doblaron, el caldero resonó contra el piso con estrépito, y en algún lugar cercano una voz exclamó: 

— Regresaron, mocosos traidores a la sangre. ¿Es verdad que su padre está muriendo? 

— ¡FUERA!— bramó una segunda voz. 

La castaña se puso en pie y lanzó una mirada alrededor; habían llegado a la tenebrosa cocina del sótano del número doce de Grimmauld Place. Las únicas fuentes de luz eran el fuego y una vela casi consumida, que iluminaban los restos de una solitaria cena. Kreacher había desaparecido por la puerta al pasillo, mirándolos malévolamente mientras se arremangaba su taparrabo; Sirius se acercó rápidamente a ellos luciendo ansioso. Estaba sin afeitar y todavía con su ropa de diario; además, despedía un ligero olor a bebida añeja que recordaba a Mundungus. 

— ¿Qué sucedió?— preguntó, extendiendo una mano para ayudar a Ginny a subir. Phineas Nigellus dijo que Arthur había sido mal herido...... 

— Pregúntale a Harry— replicó Fred. 

— Sí, quiero escuchar eso por mi mismo— agregó George. Los gemelos y Ginny se pararon frente a él. Blair se paro junto a George mientras abrazaba a Ginny y Hermione se quedo a un lado de Harry. Los pasos de Kreacher se habían detenido afuera en las escaleras. 

— Fue...— Harry comenzó; esto era peor que contarle a McGonagall y Dumbledore— . Tuve una... una especie de.....visión.... 

Y les narró todo lo que había visto, aunque alteró la historia para que sonara como si hubiera visto desde una línea lateral cuando la serpiente atacaba, en vez desde los propios ojos de la serpiente. Ron, quien estaba muy pálido, le lanzó una fugaz mirada, pero no habló. Cuando Harry terminó, Fred, George y Ginny siguieron mirándole fijamente por un momento. Harry no sabía si se lo estaba imaginando o no, pero le pareció que había algo acusatorio en sus miradas. 

— ¿Está mamá aquí?— preguntó Fred, girándose hacia Sirius. 

— Ella probablemente todavía no sabe lo que ha pasado— contestó Sirius — .Lo más importante era alejarlos antes que Umbridge pudiera interferir. Espero que ahora Dumbledore se lo haga saber a Molly. 

— Tenemos que ir a San Mungo— declaró Ginny con urgencia; miró a sus hermanos que, claro está, todavía seguían en pijamas

— ¿Sirius, podrías prestarnos capas o alguna otra cosa? 

— ¡Esperen, no pueden ir a toda prisa a San Mungo!— exclamó Sirius 

— ¡Claro que podemos ir a San Mungo si queremos!— dijo Fred con expresión terca— ¡Es nuestro padre! 

— ¿Y como van a explicar que sabían que Arthur había sido atacado antes que el hospital le avise a su esposa? 

— ¿Y eso qué importa?— preguntó George con vehemencia.

— ¡Importa porque no queremos llamar la atención acerca del hecho de que Harry está teniendo visiones de cosas que están pasando a cientos de millas de distancia!— señaló Sirius furioso— .¿Tienen una idea de lo que el Ministerio haría con esa información? 

𝕱𝖔𝖗𝖊𝖛𝖊𝖗 𝖆𝖓𝖉 𝖆𝖑𝖜𝖆𝖞𝖘 | ʙᴡWhere stories live. Discover now