Capítulo 4

329 47 0
                                    

Ya han pasado una semana desde que fuimos a las minas. Belos está realizando una búsqueda de un elixir ahí. Algunos guardias se quedan acampando en esa zona, por suerte nosotros solo tuvimos que hacer una corta revisión, desechar los restos de los taliamigos y transportar todo lo encontrado en las minas, solo lo más valioso e útil.

No me queje por estar en la parte de atrás. Preferí dormir luego de lo que habíamos hecho, necesitaba un pequeño descanso para procesar todo lo ocurrido.

— Se supone que debes cuidarme, no dormir.

— ¿No que eres un niño grande y que no me necesitas? Déjame en paz un rato, Hunter. — Puse mis brazos por detrás de mi cabeza y me recosté con las piernas cruzadas.

Hunter solo me saco la lengua y me hizo unas señas muy bonitas. Él ya no tenía tanta energía, tampoco yo.

Dormí o bueno, intenté hacerlo, solo me mantuve callado y con los ojos cerrados durante el resto del viaje.

Pensé un poco en aquellos momentos de tranquilidad, aprovechando el silencio del bosque. Recordé los hechizos de magia salvaje que había aprendido. Desde hace mucho tiempo que no utilizo uno, como puedo usar cualquier tipo de magia de los demás aquelarres solo me centro en eso para no salir de la normativa. Romper las reglas significa perder mi acceso a todos los tipos de magia y no es un precio justo para mi.

Ya no recuerdo mucho más sobre esas horas interminables. Creo que Hunter también descanso al igual que yo, lo escuché hablando con el guardia algunas veces aunque no es alguien muy fácil de tratar, digamos que su vida social es reducida. Con reducida me refiero a Darius, Belos, Steve y yo, y tres de los mencionados no somos para nada afectivos con él. Entiendo que es difícil lidiar con esto a una edad temprana, a mí se me da fácil la soledad pero creo que a Hunter no tanto. Nunca ha ido a la escuela y tampoco hace amigos. Yo no soy su amigo de todas formas, solo tengo que cuidarlo.

Me entregué de lleno a pasar el resto del día con Hans mientras realizaba mis labores. Vigilar que los guardias hagan su trabajo, que créanme muchos de ellos subestiman algunas situaciones, mantenerme lejos de Hunter ahora que estábamos en el castillo porque digamos que él aborrece mi compañía, hacer tareas mandadas por el emperador o alguna de las cabezas de los aquelarre. Es una rutina monótona pero te acostumbras.

— Hans no vueles tan alto, te vas a caer. Recuerda que aun tienes que reposar.

A Hans le facina explorar los grandes pasillos del castillo, con sus paredes altas y amarillentas. Él solo me respondió con su cantico.

— Bueno, vuela un rato si quieres, pero en mi habitación. — Me rei y ambos nos dirigimos a mi recamara.

— ¿Ese de ahí es Hunter? — Me pregunté a mi mismo con asombro. Era la primera vez que veía a Hunter saliendo del castillo con un uniforme de alumno. Lo ví desde lo alto escubillerse y rodear la entrada principal. Era extraño, demasiado raro, que él se saliera de la rutina.

— Bueno, Hans, parece que si vas a poder salir a dar un paso está vez. — Él se puso muy feliz y empezó a cantar de la alegría. Yo solo me reí y lo monte para salir por la ventana. Por más de que Hunter se las ingenie para evitar que yo lo persiga, no siempre va a poder escapar de mi.

Lo seguí de cerca, el volaba por lo bajo y yo tambien, solo que a una distancia segura y a paso lento. No esperaba que nos llevara a Hexside.

El lado dorado de la luna / Hunter x male reader / [Boy x boy] CANCELADAWhere stories live. Discover now