CAPÍTULO 1:

20 0 0
                                    

   LA JUVENTUD PUEDE DURAR LO QUE  DURA TU MENTE PARA PENSAR

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

   LA JUVENTUD PUEDE DURAR LO QUE  DURA TU MENTE PARA PENSAR.

Adrian Smith, ese es mi nombre, pero para todos mis amigos y conocidos Smith, estudiaba en la escuela El Distrital, hacía décimo de secundaria, mis hobbits jugar futbol y conquistar chicas, hasta ese momento no tenía nada en mente, solo vivir el día a día, era claro que era un joven que lo único que quería era estar bien, incluso muchas veces ni tareas hacia, mi familia me regañaba por mi manera tan relajada de ser, pero yo ni les ponía cuidado, me parecían cansones, teníamos una buena vida, mi padre trabajaba haciendo negocios , mi madre atendiendo un almacén, mis hermanos ajuiciados y con los pies en la tierra, algunos ya con sus mujeres al igual que mis hermanas, yo era la cuba, sí exactamente como lo piensan, el consentido de mamá.

La juventud es disfrutar y estar bien con sigo mismo, ese era mi pensamiento, muchas veces ni asistía a clases, pero cuando tenía evaluaciones me iba muy bien, no es porque era el más piloso, si no yo era él que poco escribía pero el que más ponía atención al profesor, aunque muchas veces ni caso le hacía, era muy rebelde, los amigos nunca faltaban, los buenos y los malos estaban por todas partes, ya está en uno mismo cúal es el paso que quiere seguir, y el mío era disfrutar sin pensar en las consecuencias; hasta ese momento yo era muy tranquilo, la única que llevaba la cruz diariamente era mi madre que sufría  todos los días por mis llegadas tan tarde a casa, ni siquiera le daba una explicación.

Salía del colegio y me iba con mis amigos a jugar futbol, y cuando había una amiguita por ahí, la acompañaba a su casa y sin darme cuenta se llegaba la noche, así duré un buen tiempo, un día llegué más tarde de lo acostumbrado, jamás en mi vida pensé que mi padre me recibiera con un rejo, escasamente me dejó entrar, cuando menos sentí un dolor fuerte en mis costillas, giré rápidamente mi cuerpo para mirar qué me había pegado, cuando voltee vi el rostro de mi padre en medio de la oscuridad, sentí un miedo que ni llanto brotó por mis ojos, solo un dolor profundo de rabia que tenía ganas hasta de golpear a mi padre, pero lo único que hice fue mirarlo de repente fijamente a su rostro como para retarlo de que me volviera a pegar; el me miró a los ojos y dijo silenciosamente para no despertar a mi madre que había quedado profunda del cansancio y de esperarme hasta tarde 

— ¿qué piensa de la vida? ¿es que a usted no le da pesar como se preocupa su madre por usted? respete, valore el amor que su madre siente por usted, ella llega muy cansada del negocio, y en lugar de llegar a comer y acostarse, llega es a sentarse en la sala a observar por la ventana a ver a qué horas llega usted.

Yo en lugar de recapacitar y pensar en las palabras que me estaba diciendo mi padre, soberbio y grosero le contesté —yo no les pido que me esperen y mucho menos a mi mamá le he dicho que se siente a vigilarme a ver a qué horas llego. 

Hubo un momento de silencio de mi padre, de repente sentí un bofetada fuerte en mi rostro, quedé hasta sonámbulo del golpe, en ese momento no aguante el llanto y por mi rostro empezó a bajar una y otra lágrima, pero sentí muy húmeda mi cara había una pequeña lámpara encendida y me acerqué a mirarme qué era lo que bajaba por mi rostro, cuando llegue a la luz miré mis manos y estaban llenas de sangre, me limpie con más coraje con la camiseta blanca que llevaba, quedó empapada de sangre, miré a mi padre y en ese momento se me olvidó que era mi viejo, quien me daba todo hasta plata para mis gastos.

MI AMOR PLATÓNICO DEJA DE SER UN SUEÑOWhere stories live. Discover now