Capitulo 8

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Estaba perdida en mis pensamientos cuando me di cuenta que ya habíamos llegado.

-Ay dios mio -

Pagamos para bajarnos, entramos al hotel, no había necesidad de registrarnos o algo así ya estaba la habitación reservada, subimos al elevador hasta el piso donde estaba la misma.

-Todo es más real ahora, no quiero hacer esto -

Caminamos por el pasillo hasta la habitación...

-Aquí vamos - el corazón casi se me salia del pecho.

Axel abrió la puerta y para mi sorpresa las luces estaban apagadas, aun así me indicó que entrara.

-Esto no me huele bien -

Cuando la encendió mi sorpresa fue aun mayor, no había nadie si no algo... mejor.

-Sorpresa mi princesa, te amo - dijo Axel con una gran alegria.

El cuarto estaba lleno de globos rojos, unos pequeños llenando el piso y otros en forma de corazon flotando en el techo, me acerqué a la cama para ver un corazon hecho con pétalos de rosa formando nuestras iniciales, al voltear a ver a Axel tiene entre sus brazos un oso panda de peluche de un metro tal vez.

-Feliz aniversario - salté hacia él, lo abracé por el cuello para rodear su cadera con mis piernas.

-¿Todo esto es enserió? ¿No lo estoy imaginando? - pregunté aun incrédula.

-Es enserio, es para ti -

-Gracias mi amor - le besé desesperadamente - te amo, te amo, te amo - volví a abrazarlo.

-También te amo mi osito panda - se encaminó a la cama mientras nos volvíamos a besar para depositarme en ella y comenzar a quitarse la ropa.

-¿Otra vez?-

Sí, otra vez.

Era un apodo muy especial que él creo para mi, mejor dicho para ambos y por lo tanto los pandas se volvieron muy significativos para los dos.

-¿Porqué lo tenias qué hacer así? - pregunté mientras quitaba mi vestido.

-Quería ver lo que eras capaz de hacer por mi -

-Me asustaste -

-Deja recompensarte entonces -

Me quitó la ropa por completo se sentó en la cama y a mi en su regazo quedando frente a frente para introducir lentamente su miembro en mi entrada.

-Montame - colocó sus manos en mis glúteos mientras yo comenzaba a bajar y subir.

Esta vez fue distinto, el sexo siempre era bueno, no me puedo quejar, pero esta vez fue más suave que de costumbre, más delicado, acariciaba mi cuerpo recorriendo cada parte de mi, repartía besos por mi cuello, pechos y abdomen, la sensación era increíble.

Ese día terminó sin más inconvenientes, regresamos a casa y dormimos juntos, siempre lo había soñado así.

A la mañana siguiente unos toques en la puerta me despertaron, me levanté de la cama y pregunté quien era.

-Soy tu tío -

-Mierda - mascullé.

-Dame un minuto - regresé a despertar a Axel - amor amor despiertate -

-¿Qué pasa? Ven y acuéstate conmigo - me abrazó por la cintura.

-Mi tío esta aquí -

-¡¿Qué?! - se levantó rápidamente.

You're MineWhere stories live. Discover now