Capitulo 9

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Tengo:
Dos ojos para verte,
cinco sentidos para
sentirte, siete días a la
semana para pensar en ti
y toda una vida para
amarte.


La semana se me pasó muy rápido, siete días en los que estuvimos, comimos y dormimos juntos, dias en los que despertaba con Axel asiendome el amor, incluso se cumplió nuestra fantasía de dormir desnudos y con él aun dentro de mi, la mejor semana de mi vida.

Mi madre llegó, obviamente me preguntó que había hecho en esta semana pero ya tenia planeado exactamente que decirle, todo el día platicamos sobre lo que hicimos pero yo estaba decidida a por fin hablar de la idea de poder vivir junto con Axel pero no seria hoy, no le amargaría la llegada.

Al día siguente, mi madre y yo habiamos salido en busca de algo para comer en la casa, de regreso al cruzar la calle estaba tan perdida en mis pensamientos que un auto casi me atropella.

-¡Emma, ¿por qué no tienes más cuidado?! - exclamó mi madre.

-Perdon madre estaba distraída -

-Concéntrate, te pudo haber pasado algo - me reprendió con la voz.

-Perdon -

Ya estabamos de regreso en la casa nos sentamos a degustar lo que compramos, y al terminar aun seguiamos sentadas en la mesa, había planeado junto con Axel que decirle para que aceptara.

-Se llegó la hora -

-Madre, necesito hablar contigo... - tenia nervios pero quería verme lo más seria posible.

-Si hija dime - dijo extrañada.

-Es... sobre Axel -

-¿Qué pasa con él? ¿Te hizo algo? -

-Si supieras lo que me a hecho -

-No, no me a hecho nada - le tranquilicé.

-¿Entonces? - no tenia mucha paciencia.

-Lo que pasa es que quiere que me vaya a vivir con él y... yo si quisiera hacerlo -

-Por fin lo dije -

-¿Es enserió Emma? ¿Sabes las responsabilidades que conyeva eso? Y no solo eso, eres muy joven e inmadura aun para ir a vivir con un hombre - se notaba su molestia y confusión.

-Madre puedo ser lo suficientemente responsable, Axel gana bien, es un buen hombre, yo trabajo al igual, continuaria estudiando... - no me daría por vencida.

-Pero hija... - fue interrumpida.

En ese momento se escuchó un disparo silenciado hacia la manija de la puerta el cual hizo que mi madre y yo nos levantaramos abruptamente de la mesa asustadas.

Por la puerta entró un hombre bien parecido, ojos rasgados, pantalón negro, camisa de manga larga fajada con estampado de blanco con manchas negras, los ultimos tres botones estaban sin abrochar, cabello negro hasta los pómulos, arma en la mano...

-El hombre del restaurante -

-¡¿Tu?! - exclamé confundida.

-Si hermosa... yo - su voz era gruesa y con un asento extrangero.

-¿Lo conoces? - preguntó mi madre aun más confundida.

-No, solo lo he visto una vez en la cena en el restaurante - dije aclarandole.

-Que gran memoria tienes - sonrió mostrando su blanca dentadura.

-¿Como supo donde vivía? ¿Qué hace aquí? - pregunté pero no encontraría respuesta.

You're MineOnde histórias criam vida. Descubra agora