Capitulo 10

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Albert Einstein dijo
"la estupidez del hombre
es infinita" así que te amo
hasta donde mi estupidez llegue.


Advertencia: Escenas de abuso sexual.

Comienzo a despertar en una habitación distinta, amarrada a la cama, estaba iluminada con tragaluces en la pared color naranja y verde, frente a la cama junto a la pared había dos muebles pequeños, en la esquina tras la puerta se encontraba una silla, otra puerta estaba a mi derecha en la pared tras de mi.

-¿Qué hago aquí? ¿En qué momento me trajeron? ¿Qué hora es? -

Al parecer era de día.

-Kenji... ¿será de algún lado como Corea o China? Y si lo es ¿qué hace aquí? -

-¡Mghhhhh! - jale desesperadamente mis manos en busca de liberación pero no la encontré, de repente escuché como se abrió la puerta dejando pasar a ese hombre con una bandeja en la mano.

-Good morning sweetie - dejó la bandeja arriba del mueble para sentarse en la cama junto a mi.

Tenia puesta una camisa de manga larga blanca con estampado de hojas y pájaros negros, junto con un pantalón negro fajados.

-¿Como dormiste? - comenzó a desamarrarme las manos.

-¿Tu me trajiste aquí? -

-Sí, tienes el sueño realmente pesado, traje algo de desayunar - señaló con su mano la bandeja.

Me encogí en posición fetal cubriendome con la sabana - no tengo hambre - en ese momento mi estomago rugio.

-Tu estomago no dice lo mismo -

-No quiero comer - podía ser bastante orgullosa a veces.

-¿Crees que tienes elección? - me miró severamente.

-No estoy eligiendo, simplemente no quiero - le confronté.

-De acuerdo entonces no comeras - se levantó de la cama, tomó la bandeja y se fue cerrando la puerta tras de él, inmediatamente salí de la cama para intentar abrir la puerta pero esta tenia seguro.

-Mierda... no es tan estúpido como para dejarla abierta - musité - tengo que salir de aquí - comencé a llorar - no quiero estar aquí - sollozaba.

Un par de minutos después fui a inspeccionar lo que había detrás de la otra puerta. Era solo un baño, quise aprovechar para bañarme, cuando terminé quise buscar algo de ropa en los muebles sin encontrar nada así que me volví a colocar la misma ropa interior ya que no estaba la demás.

No tenia nada más que hacer solo me recosté en la cama a llorar hasta quedarme dormida otra vez rogando que todo fuera solo un sueño como todos los demás.

-Axel -

Horas después desperté miré hacia la silla en la esquina y ahí estaba él observándome.

-¿Qué hora es? - pregunté.

Miró su reloj - las dos de la tarde -

-¿Tanto dormí? -

-¿Hace cuanto estas aquí? - pregunté.

-Cinco minutos, ¿ahora si vas a comer? - un plato estaba sobre la mesa.

-S-si - toqué mi estomago y salí de la cama cubierta con la sabana.

Miré el plato - pruebalo primero - necesitaba estar segura de que no contenía nada.

You're MineWhere stories live. Discover now