♡ Élisa la tomó de la cintura y susurró en su oído 𝑰 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒃𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓 𝒃𝒐𝒚𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒂𝒏 𝒉𝒊𝒎 ♡
Élisa de Almeida, defensa estrella del París Saint-Germain, no sabía que su mundo estaba por dar un giro de 360 grados, hast...
Después de esperar a Celine y de que el equipo directivo le explicara lo que tenía que hacer, el jet privado por fin despegó hacia su destino, Noruega.
A lo lejos, en la cabina principal, se podía observar que la pareja abordo no se la estaba pasando bien, de hecho estaban peleando. Las jugadoras solo podían ver los movimientos de manos que se hacían, pero no escuchaban del todo la discusión.
—¿Por qué estás tan enojado conmigo? —preguntó Celine confundida —¡tu fuiste el que me llamaste!
—¡Porque no quiero distracciones! —contestó Hervé —estás aquí como una empleada más.
Celine se estaba arrepintiendo bastante de aceptar y ayudar a su pareja. No entendía porque tenía que hablarle de esa manera cuando ella ya había entendido desde la primera vez que viene a suplir a alguien.
—No vamos a compartir habitación —dijo serio Hervé —Dios santo, todo esto es culpa de mi incompetente asistente.
Celine resopló, como si se muriera de ganas de compartir habitación con él. Todos estos días se estuvo cuestionando porque carajos seguía en esta relación y cada que lo platicaba con sus papás, ellos reaccionaban asustados y la intentaban calmar diciendo que todos los problemas tienen solución y no debe terminar con Hervé. Se le hacía un poco extraña la postura de sus papás, pero mas extraño es que ella siga pidiendo consejos a sus papás, como si no los conociera.
—La culpa es del incompetente que contrata a un asistente incompetente —dijo Celine enojada y dejó a Hervé en la cabina principal, ella se sentaría hasta atrás del jet donde ya había localizado un asiento vacío.
Caminó por el pasillo del jet, rogando que nadie se haya dado cuenta de la pelea ni de sus ojos llorosos y de lado derecho alcanzo a ver la razón por la cual había aceptado suplir al community manager, Élisa de Almeida, que la veía preocupada, pero no alcanzó a decirle nada, ya que Celine pasó muy rápido y se sentó sola.
La defensa sintió mucha pena por Celine y enojo con Hervé, como si no fuera un privilegio tenerla junto a él.
—Deberías ir a convivir con ella —dijo Sakina, que se encontraba sentada junto a Élisa.
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Élisa rápidamente negó con la cabeza, no tenía intención alguna de ir.
—Eres la única que ya se lleva con ella —dijo mientras le daba un golpe en el hombro —ve.
Élisa no quería admitir que si iba y la veía triste se le apachurraría el corazón y se llenaría de un enojo inexplicable contra su director técnico. En pocas palabras si Élisa iba sentía que poco a poco desarrollaría sentimientos por ella y era algo que a toda costa iba a evitar, pero solamente el universo sabe las tremendas ganas que tiene de ir y abrazarla.
Élisa resopló hacia su compañera y comenzó a pararse para dirigirse con Celine, pero instantáneamente se detuvo cuando observó que alguien más se le había adelantado, Pauline Peyraud la portera. La defensa y Celine alcanzaron a intercambiar miradas, pero Élisa fue la que rompió el contacto visual, sentándose de nuevo.
