capitulo 5

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jess

- muy bien, estas lista? -dijo ana con una mochila en las manos 

- estoy lista - dije 

- muy bien, pues vamonos, muchas gracias chicas - dijo ana gritando mientras me ayudaba con la mochila

Jess se encontraba sentada junto a Ana en el pequeño avión que las llevaría de regreso a la civilización después de un año en la selva. El ruido del motor competía con el latido rápido de su corazón, mientras Jess contemplaba el paisaje que se desplegaba debajo de ellas. Atrás quedaban los densos bosques y las experiencias que habían marcado su vida durante ese tiempo.

"¿Por dónde empiezo?" murmuró Jess, con la mirada perdida en el horizonte.

Ana le sonrió amigablemente, alentándola a compartir su historia. Jess se acomodó en su asiento y comenzó a relatar su año en la selva.

"Al principio, fue abrumador. Me sentí como una forastera en este vasto mundo verde. Pero con el tiempo, aprendí a vivir en armonía con la selva. Aprendí a escuchar los susurros del viento entre los árboles y a interpretar los sonidos de los animales."

Jess describió las mañanas en las que despertaba con el canto de los pájaros y los días en los que se sumergía en ríos cristalinos en busca de alimentos. Habló de las frutas exóticas que se convirtieron en su dieta diaria y de cómo aprendió a identificar plantas medicinales que la curandera local le enseñó a usar.

"Me convertí en una especie de sanadora improvisada", dijo Jess, recordando cómo ayudaba a los lugareños con pequeñas dolencias y heridas. "La sabiduría de la curandera se convirtió en mi guía, y siempre intenté devolverle a la selva tanto como ella me había dado."

Durante las noches, Jess contaba historias junto a la fogata, compartía risas y consejos con los habitantes de la selva. Se involucró en proyectos de conservación y ayudó a enseñar prácticas sostenibles para preservar el equilibrio del ecosistema.

"Y luego, conocí a Ana", dijo Jess con una sonrisa, mirando a su amiga. "Fue como si la selva nos hubiera unido. Juntas, exploramos territorios inexplorados, enfrentamos desafíos y compartimos momentos inolvidables."

El avión ascendía gradualmente, alejándolas del mundo que Jess había llegado a amar. Pero también las llevaba de vuelta a casa, a una realidad diferente.

"Extrañaré la selva, pero estoy agradecida por todo lo que viví aquí", dijo Jess con una mirada nostálgica. "Y sé que, de alguna manera, siempre llevaré un pedacito de la selva en mi corazón."

Ana asintió con comprensión, sabiendo que ambas llevaban consigo las experiencias y aprendizajes que la selva les había proporcionado. Mientras el avión se alejaba, Jess miró una última vez el manto verde que quedaba atrás, agradecida por el tiempo que pasó en ese rincón mágico de la Tierra.

Jess bajó del avión con una mezcla de emoción y nostalgia. Habían pasado tantos meses desde que dejó atrás la selva, pero sus recuerdos aún estaban frescos en su mente. Mientras pisaba tierra firme, una oleada de recuerdos la envolvió, llevándola de vuelta al momento en que llegó por primera vez, acompañada de su hermano.

El aire cálido y húmedo la recibió, y la selva la envolvió con sus sonidos familiares. Recordó cómo ella y su hermano caminaron por el aeropuerto lleno de hojas tropicales y murmullos de la naturaleza. Aquel día, todo era nuevo y emocionante.

Sus pasos la llevaron por el mismo camino que recorrió tantas veces durante aquel primer encuentro. En su mente, revivió el asombro en los ojos de su hermano cuando vieron por primera vez la inmensidad verde que se extendía ante ellos. Fue un momento mágico, lleno de expectativas y promesas de aventuras por descubrir.

Jess sonrió al recordar cómo, juntos, exploraron senderos desconocidos, descubrieron plantas exóticas y se maravillaron ante la diversidad de la fauna. Cada rincón de la selva les contaba una historia, y cada día era una nueva lección sobre la vida en este ecosistema único.

El recuerdo de las risas compartidas y las noches iluminadas por la luz de las luciérnagas llenaba su corazón. En aquel entonces, la selva era un lugar de maravillas compartidas entre hermanos, pero ahora, después de su tiempo sola en ese paraíso verde, había adquirido un significado aún más profundo.

Mientras caminaba por el mismo sendero, Jess se detuvo en un claro y miró al cielo. Recordó la primera vez que vio la inmensidad del dosel de la selva, la sensación de estar rodeada de vida en todas sus formas. El eco de aquellos recuerdos resonaba en sus oídos mientras dejaba que el viento le acariciara el rostro.

Ahora, al regresar, Jess sentía una conexión más profunda con la selva. No solo era un lugar de descubrimientos compartidos con su hermano, sino también un refugio donde ella había encontrado fortaleza, aprendizaje y, sobre todo, una conexión más íntima consigo misma.

- estas bien? - dijo ana 

me desperte yo misma de mis pensamientos 

- ammm si 

enrealidad era que no lo estaba, pero se me daba bien ocultar mis sentimientos 

- vamos - dijo 

y si, nos fuimos.

El motor del helicóptero asomaba suavemente mientras avanzábamos por el aire el sonido monótono se mezclaba con el murmullo de mis pensamientos creando una especie de banda sonora para mi mente inquieta.

Miraba por la ventana observando los árboles que se deslizaban a toda velocidad pero a mis ojos no veían realmente el paisaje estaban perdidos en un mar de emociones que amenazaban con ahogarme Ana estaba al frente concentrada en el vuelo había sido mi amiga durante un año más o menos una compañera leal en el momento de alegría y dolor pero ahora incluso su presencia reconfortante no podía disipar la tormenta que se arremolinaba dentro de mí cómo podía explicar lo que sentía?

Era como si mi corazón estuviera dividido en mil pedazos cada uno de ellos latiendo al ritmo de un dolor que no podía comprender había perdido a mi hermano mi guía mi confidente y en su ausencia me sentía perdida desamparada como si hubiera perdido una parte de mí misma pero también estaba el otro lado de la moneda la rabia ardía en lo más profundo de mi ser alimentando mi sed de venganza no podía permitir que quienes le habían arrebatado la vida a mi hermano escaparon impunes debía encontrar respuestas justicia aunque eso significará sumergirme en un abismo de oscuridad y violencia y en medio de ese torbellino emocional estaba Dixon su presencia era como un imán atrayéndome hacia él con una fuerza que no podía explicar me sentía traída por su misterio por la promesa de un refugio en medio de la tormenta pero también había una sombra de duda que se interponía entre nosotros una barrera que no sabía si podríamos superar.

Que yo más que nada no podía superar

Suspiré sintiendo el peso de mis emociones apretar contra mi pecho qué camino debería tomar cómo podría reconciliar los deseos contradictorios que luchaban contra mí o más bien dentro de mí no lo sabías pero una cosa era segura mientras Ana me llevara hacia adelante seguiría buscando respuestas luchando por la verdad incluso si eso significaba enfrentarse a los demonios que acechaban en la oscuridad. 

amores imperfectos (verdades y confesiones) #2 CompletaWhere stories live. Discover now