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La atmósfera cálida y armoniosa que había calentado la habitación se hizo añicos instantáneamente.

La expresión de papá se volvió fría ante la aparición del invitado no invitado.

La petición del invitado no invitado, el regente Ludwig, era sencilla.

"Quiero hablar con Areline a solas".

Papá inmediatamente resopló.

"¿Qué clase de mierda es esa?"

Sus ojos finamente doblados sonreían hasta el punto de que el espectador quedaba encantado, pero no había ninguna sonrisa en sus ojos fríos.

El aire se volvió tan áspero que cortaba.

"Ah..."

Mehen se tocó la frente ante la muerte inminente.

Era difícil respirar debido a los fuertes brazos de mi papá que me abrazaban con fuerza, pero no estaba de humor para quejarme.

El Príncipe Regente y su padre están en agudo conflicto.

'...Pensé que era.'

¿Qué?

Papá, que era muy astuto, miró al Príncipe Regente, pero no parecía que algo fuera a explotar pronto.

No fue difícil entender por qué. El Príncipe Regente ignoraba a papá y solo me miraba a mí.

"..."

"..."

Nuestros ojos se encontraron.

Me sorprendí por un momento.

No había luz en los ojos del Príncipe Regente mientras me miraba, y me sentí muy extraña mientras me miraba con los ojos vacíos, como si su alma se hubiera escapado.

"Si tienes algo que decir, dilo aquí, en mi presencia".

"No tengo nada de qué hablar contigo. Solicito una reunión privada con Areline".

"Mi hija no tiene nada de qué hablar contigo. ¿Aún crees que tienes la ventaja? Parece que olvidaste dónde está este lugar".

"No lo olvidé, es Halbern".

También es extraño.

La actitud del Príncipe Regente, que siempre era ridículo, desafortunado y arrogante, era extraña, verdaderamente extrañamente discreta.

Me pareció tan extraño.

Él era el tipo de persona que se ofendía con la mera mención del 'ㅂ' de Valere, pero ¿está tan tranquilo frente a su padre?

"¿Qué estás planeando?"

No era de extrañar que mi padre fuera tan cauteloso. Porque el oponente es el oponente.

Pero ¿por qué estoy...? 

"Yo hablaré."

"Arel".

Sonreí alegremente mientras miraba a mi padre que me abrazaba con urgencia.

"Está bien, papá".

"..."

Los ojos morados que me miraban estaban todos teñidos de preocupación.

"Si pasa algo..."

"No sucede. Papá me protegerá. ¿Bien?"

"Aún así."

"Yo también quiero hablar de eso".

Papá frunció el ceño como si todavía no tuviera ganas, pero dudó como si no pudiera ir en contra de lo que dije.

El protagonista está obsesionado con mi salud. PARTE 1Where stories live. Discover now