- Te quiero -le digo, y cierro el bolso sin hacer ningún comentario sobre su nuevo fondo de pantalla.

La casa de Ken y Elizabeth está llena de gente, y JungKook me coge de la mano con fuerza después de retirar su chaqueta de mis hombros y volver a ponérsela.

- Vamos a buscar a SeokJin -sugiero. Él asiente y encabeza la expedición.

Encontramos a su hermanastro en la sala de estar, junto a la vitrina que sustituye a la que JungKook rompió la primera noche que vine aquí. Parece que fue hace siglos. SeokJin está rodeado de un grupo de sesentones, y uno de ellos le pone la mano en el hombro. Sonríe al vernos, se disculpa con los señores y abandona la conversación. Está muy guapo y lleva un traje parecido al de JungKook.

- ¡Pensé que no viviría para verte con traje y corbata! -dice muerto de la risa.

- Si vuelves a mencionarlo, no vas a vivir mucho -lo amenaza JungKook, aunque es evidente que lo dice de broma.

Sé que empieza a gustarle SeokJin, y eso me hace feliz. Él es uno de mis mejores amigos y una persona que me importa mucho.

- A mi madre le va a encantar. YoonGi, estás precioso -me dice dándome un abrazo.

JungKook no me suelta ni siquiera cuando intento devolverle el abrazo, y tengo que apañármelas con una sola mano.

- ¿Quién es toda esta gente? -pregunto.

Sé que Ken y Elizabeth viven aquí hace menos de un año, por eso me sorprende que haya, por lo menos, unas doscientas personas.

- La mayoría son amigos de Ken de la universidad y los demás son familiares y amigos. Yo sólo conozco a la mitad -explica SeokJin riendo-. ¿Os apetece una copa? Tenemos que estar todos fuera dentro de unos diez minutos

- ¿Quién tuvo la brillante idea de celebrar una boda en el jardín en diciembre? -protesta JungKook.

- Mi madre -contesta SeokJin-. Aunque las carpas están climatizadas. - Mira a todos los invitados y luego a JungKook -. Deberías decirle a tu padre que has llegado. Está arriba, y mi madre está escondida con mi tía pero no sé dónde.

- Paso... Prefiero quedarme aquí abajo -responde JungKook.

Le acaricio la mano con el pulgar y me da un apretón de agradecimiento. SeokJin asiente.

- Bueno, yo tengo que irme, pero os veo luego -dice, y nos deja con una sonrisa.

- ¿Te apetece salir? -le pregunto a JungKook. Asiente-. Te quiero -le repito. Sonríe, con hoyuelos y todo.

- Te quiero, Yoon -me dice y me da un beso en la mejilla.

Abre la puerta de atrás y me presta su chaqueta otra vez. Al salir veo que el patio parece un cuento de hadas. Hay dos carpas gigantescas que ocupan casi todo el patio, y de los árboles y del porche cuelgan cientos de pequeños farolillos. Son bonitos incluso de día. La verdad es que es digno de ver.

- Creo que es aquí -dice JungKook señalando la carpa más pequeña.

Entramos por una abertura lateral. JungKook estaba en lo cierto. Las hileras de sillas de madera están colocadas de cara a un altar muy sencillo, de las paredes cuelgan unas preciosas flores blancas y todos los invitados van de blanco y negro. La mitad de los asientos están ocupados, así que nos sentamos en la penúltima fila porque sé que JungKook no quiere verlo de cerca.

- Nunca pensé que asistiría a la boda de mi padre -me dice.

- Lo sé, y estoy muy orgulloso de ti por haber venido. Significa mucho para ellos y, por tu forma de hablar, parece que crees que también será bueno para ti.

KOOKGI : DESPUÉSWhere stories live. Discover now